Jaime Botín Sanz de Santuola y el ‘Elogio de lo inútil’
Jaime Botín, fundador de Bankinter, falleció el jueves a los 88 años de edad.
En mayo de 2009 se presentó en Madrid el libro ‘Apología de lo inútil‘, que incluyó la puesta en escena de pasajes de la Antígona de Sófocles y una exposición de fotografía de Alfonso Batalla.
Las finanzas y la filosofía se encontraron extrañamente en ese acto, con Jaime Botín Sanz de Santuola, leyenda ya de la moderna banca española, fallecido el jueves, como estrella invitada.
‘Apología de lo inútil’ de la editorial Avarigani, fundada por Santiago Eguidazu -al frente de Alantra, el banco de inversión español más internacional- incluye textos escritos por catedráticos y doctores en Filosofía, Derecho o Medicina, en los que dan vueltas a la «trascendencia de lo inútil para el ser humano».
También participan en la obra coral el propio Santiago Eguidazu, con un ensayo titulado La pragmática nariz de Federico de Montefeltro. Así como el fundador y primer accionista de Bankinter y exvicepresidente del Santander, con un breve texto, cuatro páginas: Elogio de lo inútil.
Con el Homo sapiens sapiens y la producción de aderezos personales o la decoración de vasijas «hace su aparición lo inútil, lo superfluo», dice Jaime Botín en el libro.
Lo útil, lo práctico, lo habitual, «no suele ser lo más virtuoso», piensa.
«Nada más útil que el trabajo habitual o, más propiamente, la labor», escribe, aludiendo a la pensadora Hanna Arendt. Si el hombre pudiera «dedicaría sus esfuerzos, en ejecución de su plena libertad, a empresas más nobles y, por supuesto, menos útiles», sostiene el banquero que llegó a amasar una fortuna estimada en cerca de 2.000 millones de euros.
La concepción del arte también como algo «inútil», que escribió Jaime Botín en el libro publicado en 2009, enlaza trágicamente con el fatídico suceso del cuadro de Picasso.
En 2021, el tío de Ana Botín pagó los 91,7 millones de euros de multa a los que fue condenado por ‘contrabando’ del cuadro Cabeza de mujer joven, de Pablo Picasso, valorado en 26 millones.
Una casa de subastas solicitó al Ministerio de Cultura, a finales de 2012, el traslado del lienzo de Botín a Londres, para una puja que tendría lugar en 2013.
El ministerio denegó el permiso, pero Jaime Botín, que había adquirido el cuadro en los años setenta, trató de trasladarlo a través de su goleta, interceptada en Córcega.
El banquero evitó la pena de tres años de cárcel a los que también fue condenado, al determinarse, en noviembre de 2021, que padecía una enfermedad incurable. El cuadro se exhibe en la actualidad en el Museo Reina Sofía.
La obra de arte es el «máximo exponente de lo inútil y, a la vez, de lo más preciado», afirmó Jaime Botín en el libro editado por Santiago Eguidazu. «Tanto, que su destino es permanecer, existiendo independientemente, inútil, al revés que los muebles y utensilios destinados a ser usados y consumidos», escribió.
Jaime Botín (Santander, 1936) fue consejero director general de Bankinter en 1965; consejero delegado entre los años 1977 y 1986; presidente de la entidad hasta marzo de 2002, y primer accionista a través de la sociedad patrimonial familiar Cartival, con el 23,19% del capital. Entre los años 1999 y 2004 fue vicepresidente de Banco Santander.