Inspección de Trabajo ve ilegal el ERE de Abertis en la AP-7 y la AP-4
El informe de Inspección de Trabajo considera que Abertis no podía presentar el ERE con el acuerdo de solo la mitad de los representantes de la plantilla
El expediente de regulación de Abertis por el fin de la concesión de la AP-7 y la AP-4 amenaza tormenta para la empresa controlada por el grupo italiano Atlantia y Florentino Pérez (ACS). La empresa firmó el ERE el 11 de diciembre porque este 1 de enero, más de la mitad de los trabajadores de la empresa en dichas autopistas se quedan sin trabajo. Pero el expediente puede no ser válido.
Inspección de Trabajo ha emitido un informe, que ha remitido al ministerio homónimo, en el que concluye que el ERE no se ajusta a la ley. Concretamente, dictamina que “el acuerdo entre la empresa y las representaciones de UGT y USO no se puede considerar que ostente los requisitos previstos” en el Estatuto de los Trabajadores y el reglamento de los procedimientos de despido colectivo, la norma que rige los ERE.
El informe de la inspección abre la puerta a la nulidad del ERE en función de lo que haga el Ministerio de Trabajo y de si CCOO, el sindicato que no firmó los despidos, o algún empleado a título individual, deciden usarlo para impugnar el expediente. De momento, todo está en el aire y, en cualquier caso, esto sería muy posterior a su aplicación.
Según la información a la que ha tenido acceso Economía Digital, Inspección de Trabajo considera que el acuerdo de Aumar, la filial de Abertis que gestiona la AP-7 y la AP-4, con parte de la representación sindical contraviene el artículo 51.2 del Estatuto de los Trabajadores y el 28 de la normativa de expedientes de regulación de empleo.
Abertis presentó el ERE con acuerdo con la plantilla pero solo firmaron la mitad de los delegados sindicales
Lo que tienen en común ambos artículos es que inciden en las mayorías por las que pueden aprobarse los ERE. «Los acuerdos requerirán la conformidad de la mayoría de los miembros de la comisión negociadora que, en su conjunto, representen a la mayoría de los trabajadores”, dice el reglamento de los procedimientos de despido colectivo. El texto en el Estatuto de los Trabajadores es prácticamente idéntico.
El problema está en que Aumar firmó el ERE con exactamente la mitad de los representantes. CCOO, mayoritario en Abertis Autopistas, tiene el 50% de los miembros del comité de empresa y, tras mostrar su disconformidad con los términos de la propuesta, decidió no firmar. Pese a ello, la compañía decidió rubricar el preacuerdo con UGT y USO, que tienen la otra mitad de representantes, y someterlo a votación de los afectados.
De los 136 afectados por el ERE, votaron 101 —91 favorablemente—, por lo que Abertis y los sindicatos firmantes consideraron refrendado el acuerdo y el expediente fue presentado ante el Ministerio de Trabajo. Fuentes de CCOO ya advirtieron en ese momento que podía no ser válido pues no tenía el apoyo de la mayoría, y la inspección, aunque da valor al hecho que el acuerdo fue refrendado, le ha dado la razón.
Futuro incierto para la plantilla de Aumar
Ahora se abre un periodo de incertidumbre para la plantilla afectada por el ERE, si bien en principio el 1 de enero están en paro. Sin embargo, una impugnación —que tampoco está claro que se produzca— podría obligar a Abertis a readmitirles y volver a iniciar todo el procedimiento para obtener un pacto. No es obligatorio que haya pacto, pero si se presenta con acuerdo, éste sí debe ser válido.
Una alternativa sería presentarlo sin acuerdo, pero en estos casos, las reclamaciones también suelen tener más visos de prosperar. En cualquier caso, la situación de la compañía no es sencilla. Fuentes de Abertis aseguran no tener constancia del informe de Inspección de Trabajo.
También está por ver qué hace el Ministerio de Trabajo. Ahora la pelota está en su tejado y puede impugnar el acuerdo. En este caso, tal como pasaría si impugnase un sindicato o un empleado, el caso iría a sede judicial y la resolución se demoraría meses o años. Lo que no cambia es que este 1 de enero, los trabajadores de Aumar afectados por el ERE pierden su trabajo y el resto pasan a ser empleados del nuevo adjudicatario provisional del mantenimiento de las autopistas.
La guerra entre Fomento y Abertis, en el origen
El origen del problema está en las cifras de empleados subrogables en la AP-7 y la AP-4. Los subrogables son los que seguirán trabajando en la autopista cuando venza la concesión y entre el nuevo operador. Algo que sucede ya este día 1 de enero, aunque los responsables del mantenimiento inicialmente —FCC, Sacyr y API Movilidad—, lo harán de forma interina con un contrato de emergencia, mientras Fomento adjudica definitivamente el servicio.
La cifra de empleados que pasarán de Aumar a la nueva empresa que definió Fomento en el concurso de conservación y mantenimiento de las autopistas es más baja que la prevista por Abertis. En concreto, contempla 12 empleos menos. La compañía catalana, que ya había empezado a negociar el ERE cuando se conoció esta cifra, descartó tenerla en cuenta y tiró para adelante el expediente con sus propias cifras. Ante esta situación, CCOO decidió desmarcarse, pues considera que deja a esos 12 empleados en una situación de indefensión.
La respuesta de Abertis fue impugnar el concurso para la adjudicación del mantenimiento de la AP-7 y la AP-4. Este recurso ha parado la licitación mientras se decide si tiene razón el ministerio de José Luis Ábalos o la empresa que dirige José Aljaro.