Inditex, Desigual y Mayoral: el textil acapara la exposición española a la guerra en el Líbano

Las compañías españolas con presencia en Oriente Próximo están viendo con preocupación la escalada de tensión entre Israel y el Líbano a raíz de los enfrentamientos entre el país presidido por Benjamin Netanyahu y Hezbolá, un grupo apoyado por Irán que cuenta con un importante peso militar y político en el Líbano, que está acercando la posibilidad de que el conflicto se expanda por la región.

Según se desprende de los datos publicados en la página web del Ministerio de Exteriores, Unión Europea y Cooperación, no hay empresas españolas que tengan sucursales en el Líbano. No obstante, sí que existen empresas libanesas que distribuyen productos españoles, ya sea en régimen de franquicia o como importadores tradicionales, representantes o distribuidores.

En conjunto, tienen presencia en el país una quincena de empresas de origen español. La gran mayoría de estas compañías se encuentran establecidas en Beirut, si bien otras tienen la sede situada en ciudades como Dbayeh, Jal El-Dib, Zouk Mosbeh, Choueifate, Achrafieh, Haret Sakhre o Jdeieh, tal y como se desgrana en un documento del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) publicado en 2021, el último año en el que actualizó estos datos.

Dentro del sector textil, figuran compañías como Inditex, Punt Roma, Bimba y Lola o Mayoral. También es el caso de Tendam, el grupo de moda propietario de marcas como Cortefiel, Springfield, Pedro del Hierro, Women’secret, Fifty, Hoss Intropia, Slowlove o High Spirits, que cuenta en el territorio con cuatro establecimientos de su marca deportiva, Dash and Stars.

Más allá de Abasic, la empresa propietaria de Desigual, también tiene presencia en el país de Próximo Oriente la compañía House of Sant Patrick, especializada en la producción de vestidos de novia, y la firma de calzado, Coflusa. Los laboratorios Forenqui, la aseguradora Catalana Occidente, el fabricante de componentes para toldos, Gaviota Simbac, y la empresa proveedora de soluciones tecnológicas para la industria de los viajes, Amadeus, también están vinculadas al Líbano.

Escalada de la tensión

El Gobierno de Líbano ha asegurado que los ataques protagonizados por Israel desde octubre del año pasado han provocado cerca de medio millón de desplazados, 400.000 tuvieron lugar después de que el Ejercito israelí comenzase una oleada de bombardeos a gran escala que han ocasionado 550 muertos y más de 1.800 heridos.

«Nadie esperaba que la guerra tomara esta dimensión, los libaneses hemos tenido suficiente guerra«, enfatizaba el ministro de Exteriores libanés, Abdalá bu Habib, en declaraciones recientes. «Es muy difícil para los libaneses aceptar lo que está pasando».

Tras destacar la importancia de Estados Unidos para poner punto final al conflicto, se mostró convencido de que Washington es la «clave» para la salvación, puesto que el Gobierno israelí, integrado por ultranacionalistas y ultraortodoxos parece «no poder sobrevivir, si no es con la guerra».

«Ahora que no queda mucho en Gaza por destruir o hacer, giran hacia Líbano, donde está Hezbolá, que es uno de sus enemigos», destacó para después zanjar: «Están atacando, pero están también causando un gran daño a Líbano y a los libaneses, que no están tan implicados en la guerra.

Por su parte, el presidente de Israel ha dejado bien claro que no descansarán hasta que se garantice el regreso seguro de los civiles evacuados del norte del territorio israelí por los ataques de la milicia libanesa. «Estamos atacando a Hezbolá con golpes que no habían oído, lo estamos haciendo con fuerza, lo estamos haciendo con determinación», remarcó.

En el marco de la reunión que mantuvo con el secretario general de la ONU, António Guterres, el líder del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, trasladó su «profunda preocupación» por los bombardeos israelíes en Líbano y hizo un llamamiento a la contención y la desescalada.