Un impuesto edulcorado: Iberdrola, Repsol, Endesa y Naturgy podrán deducirse las inversiones en hidrógeno
Las energéticas cuentan con proyectos millonarios en hidrógeno para los próximos años, por los que también han recibido subvenciones
El Gobierno ha anunciado la prórroga del impuesto a las grandes energéticas como Iberdrola, Repsol, Endesa y Naturgy en 2025. Una medida que se prevé compleja de tramitar al no contar con todos los votos parlamentarios suficientes y que, de salir adelante, será de forma edulcorada respecto al gravamen actual.
La idea del Ministerio de Hacienda que lidera María Jesús Montero es tramitar el real decreto como proyecto de ley, para lo que tendrá que contar en enero con los votos favorables de Junts, PNV y Podemos, contrarios a la medida fiscal por diferentes motivos.
En caso de salir adelante, el nuevo diseño del tributo contempla bonificaciones para aquellas empresas que acometan inversiones estratégicas en descarbonización y transición ecológicas. Concretamente, desde Hacienda ponen el foco en el hidrógeno verde y otros gases renovables como el biogás.
Así, las deducciones se aplicarán a las inversiones «que por su magnitud contribuyan al crecimiento económico y el empleo, ya se realicen en activos fijos o tecnológicos comprometidos en proyectos industriales».
Con estas condiciones, todas las grandes energéticas tienen papeletas para reducir el pago por el impuesto al contar con proyectos en hidrógeno renovable.
Miles de millones proyectados para producción de hidrógeno
Repsol ha sido la empresa más beligerante respecto a congelar inversiones previstas para los próximos años en hidrógeno si el marco fiscal de España no cambiaba.
La compañía que dirige Josu Jon Imaz cuenta con diferentes proyectos en Bilbao, Tarragona y Cartagena para instalar hasta 350 MW de esta tecnología, con una inversión de 3.000 millones de euros.
Moeve, antigua Cepsa, está inmersa en su transformación de petrolera a empresa multienergética y también cuenta con un importante proyecto. Se trata del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, en el que invertirá 3.000 millones de euros hasta 2027, cuando prevé que comiencen las operaciones.
Iberdrola es otra de las grandes compañías que ha depositado parte de su estrategia en la producción de gases alternativos a los fósiles. Además de la planta ya instalada en Puertollano de la mano con Fertiberia, la eléctrica tiene planes conjuntos con BP para producir hidrógeno en la refinería de Castellón.
Para la primera fase del denominado HyVal , ambas empresas anunciaron un desembolso de 70 millones de euros. No obstante, el plan para llevar a cabo este clúster de hidrógeno cuenta con una inversión total de unos 2.000 millones, según BP.
También Naturgy ha metido la cabeza en este negocio. La empresa que dirige Francisco Reynés tiene un plan de inversión conjunto con Enagás de 485 millones de euros en el municipio leonés de La Robla, donde construirán una planta con capacidad para producir 280 MW a partir de 2026.
Endesa es otra de las grandes energéticas del país que cuenta con proyectos en hidrógeno. La compañía cuenta con proyectos como el de Magallón (Aragón) a través del cuál anunció en su día una inversión de 33 millones de euros.
También la portuguesa EDP, afectada por el gravamen energético, cuenta con ambiciosos planes respecto a este gas considerado renovable. De este modo, la eléctrica tiene proyectados casi 400 millones para poner en operación 280 MW en Cádiz y Asturias.
Del incentivo a la subvención: las energéticas reciben ayudas estatales y europeas
Con este escenario, cabe destacar que, además de las posibles deducciones a las que puedan acogerse las grandes energéticas que operan en el país y que pagan por el impuesto extraordinario, también están percibiendo ayudas públicas para desarrollar sus proyectos en hidrógeno.
De hecho, el pasado septiembre el Gobierno anunció el desembolso de casi 800 millones de euros para siete proyectos de los mencionados que llevarán a cabo Iberdrola, Repsol, EDP y Endesa. Otro ejemplo es el del proyecto de Naturgy y Enagás, que contará con 42 millones de financiación europea.
Pese a todo, desde el sector consideran que el impuesto energético no tiene cabida actualmente. Tras conocerse el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, varias asociaciones han manifestado su rechazo a la medida.
De este modo, el energético ha tildado de «preocupante» prorrogar el gravamen que fue concebido como temporal por la situación excepcional provocada por la guerra de Ucrania.
Así lo han manifestado la Asociación Española del Gas (Sedigás), la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) y la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec) en un comunicado conjunto.
Para las patronales, el impuesto «resta competitividad industrial, incrementa la inseguridad jurídica del sector energético, deteriora la reputación de España ante la comunidad inversora nacional e internacional y ofrece una señal contraria al impulso del proceso de descarbonización que se precisa en España y Europa».