IKEA reduce drásticamente su facturación y destina 38 millones de euros a sus tiendas
A pesar del descenso en su facturación en el ejercicio de 2024, IKEA mantendrá su estrategia de precios bajos en España
Una tienda de Ikea en Madrid. Foto: Jesús Hellín / Europa Press
La reconocida multinacional sueca IKEA ha cerrado su ejercicio fiscal 2024 con una caída del 9,6% en sus beneficios netos en España, lo que ha supuesto un resultado de 134 millones de euros, pese a haber aumentado su volumen de ventas físicas y digitales, de la mano de unos resultados que han sorprendido a más de uno, a pesar de que obedecen a un contexto inflacionario.
Sin embargo, lejos de frenar su actividad, la compañía ha anunciado que destinará 38 millones de euros a sus tiendas en territorio español, en una firme apuesta por fortalecer su presencia, impulsar la sostenibilidad y mejorar la experiencia del cliente. Todo ello demuestra que la apuesta de Ikea en España sigue siendo firme.
Un descenso provocado por la bajada de los precios en IKEA
Es fundamental remarcar en primer lugar que uno de los factores que explican esta caída en los beneficios ha sido la decisión estratégica de IKEA de reducir los precios de muchos de sus productos, una política que continuará en el nuevo ejercicio fiscal iniciado el 1 de septiembre. Esto ha supuesto que, en un un escenario económico marcado por la persistente inflación, la compañía ha optado por absorber parte del impacto en lugar de trasladarlo al consumidor, con el objetivo de seguir posicionándose como una marca accesible para todos los públicos.
No obstante, esta política ha tenido un coste: la facturación total se situó en 1.931,7 millones de euros, lo que representa una leve caída del 1% respecto al año anterior. Sin embargo, el número de unidades vendidas aumentó un 2%, lo que pone de manifiesto que la bajada de precios ha tenido un impacto positivo en la rotación de productos, aunque ha penalizado los ingresos.
Sin embargo, frente a este contexto económico menos favorable, IKEA ha redoblado su apuesta por mejorar su red de establecimientos físicos en España, con una inversión total de 38 millones de euros durante 2024. De esa cantidad, 26,8 millones se han destinado a renovar la presentación de productos y mejorar la experiencia del visitante, mientras que 11,2 millones se han canalizado a iniciativas de sostenibilidad y modernización de infraestructuras.
Un plan estratégico en el que el canal digital y la alimentación ganan peso
Y es que, a pesar de la caída en el beneficio neto, IKEA ha logrado importantes avances en sus canales digitales, que ya representan una cuarta parte de su facturación total en España. En 2024, las ventas online alcanzaron los 482,7 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 4% con respecto al ejercicio anterior. Además, las visitas a su web y app ascendieron a 228,1 millones, consolidando su posición como uno de los principales referentes del e-commerce en el sector del mobiliario y la decoración.
Por otro lado, otro de los segmentos en alza ha sido el de la alimentación, donde la facturación de IKEA Food subió un 8,7%, hasta alcanzar los 77,2 millones de euros. Con más de 10,6 millones de clientes en sus espacios de restauración, la compañía ha identificado este ámbito como un eje estratégico hacia 2026, junto a las categorías relacionadas con la cocina, el comedor y el menaje del hogar.
Una decisión con la que la compañía sueca parece dispuesta a sacrificar márgenes en el corto plazo para afianzar su liderazgo a largo plazo, confiando en que sus esfuerzos por adaptarse a los nuevos tiempos darán frutos sostenibles y rentables en los próximos ejercicios, de la mano de una estrategia en la que la firma sigue preparándose para seguir bajando precios, ampliar su impacto digital y transformar sus espacios físicos.