Iberia activa un nuevo plan estratégico para 5 años tras la compra fallida de Air Europa

Iberia activa su plan B a la compra de Air Europa. Se trata del llamado Plan de Vuelo 2030. Bajo esta nomenclatura se despliega la estrategia de crecimiento para los próximos cinco años, según confirmaron fuentes de la cofundadora de International Consolidated Airlines Group (BME: IAG) a Economía Digital.

La hoja de ruta, sobre la que la compañía con base en Madrid ha trabajado en paralelo al frustrado proceso de absorción, establece las alternativas para alcanzar las mismas metas, o incluso superarlas, que las previstas si se hubiera culminado el trato con la familia Hidalgo –propietaria de Globalia, la matriz de Air Europa—.

Los mismos interlocutores confirmaron que Iberia cerrará 2024 creciendo un 14 por ciento más de lo previsto, cifras sobre las que ya hay un primer muestreo en los resultados de IAG atribuidos al primer semestre del ejercicio. El beneficio neto fue de 905 millones de euros (con un beneficio operativo de 1.309 millones).

“Los números demuestran que avanzamos en el rumbo correcto”, dijeron a este diario fuentes de Iberia. “No sólo a nivel financiero, sino también en atención a nuestros clientes”, concluyeron su explicación las mismas personas. Internamente se considera que Iberia ‘está en uno de los mejores momentos de su historia’.

Los tres puntales del nuevo plan

El bautizado como Plan de Vuelo 2030, cuyos detalles se darán a conocer en las próximas semanas, tiene sesgos de una estrategia expansiva y se apoyará en tres ejes: ampliar la robustez financiera y la “excelencia operativa”; desarrollar en solitario un hub líder en Madrid con capacidad para competir con los aeropuertos de igual tamaño situados en el centro y norte de Europa; y acentuar los negocios de handling –con una filial recién creada— y mantenimiento.

Para desarrollar esta última ambición, las históricas instalaciones de la Muñoza (Madrid) recuperarán protagonismo. “Las convertiremos en el centro de innovación aeronáutica más importante del sur de Europa”, relataron las personas familiarizadas con el plan a Economía Digital.

El resto de las prioridades requerirán inversiones en flota y equipamientos. Iberia tiene fijado su próximo hito en octubre: estrenará a nivel mundial el avión A321 XLR, fabricado por Airbus.

Se trata de un aparato de pasillo único –pensado originalmente para la media distancia— que en la nueva versión que se entregará a la filial de IAG permitirá operar rutas intercontinentales a ciudades donde, hasta ahora, la demanda no justificaba operativas con los modelos más grandes, los únicos con ese alcance en kilómetros.

El nuevo modelo, con la misma autonomía, pero con menos plazas, permitirá a Iberia abrir nuevas rutas en las que, sin esta incorporación, no les salían los números. Brasil y Canadá serán los primeros mercados en los que se expandirá gracias a esta nueva flota.

Asia como nueva prioridad

En los próximos meses, IAG asegurará para su filial española el flujo de más aviones del tipo A350-900 –estos sí, de doble pasillo y mayor capacidad— para incrementar los viajes intercontinentales. El este del globo vuelve a estar entre los objetivos prioritarios.

Antes de la pandemia, Iberia conectaba España con China (Shanghái) y Japón (Tokio). El próximo otoño se retoman los vuelos a la capital japonesa. Para abrir mercado en esas latitudes, la franquicia que preside Marco Sansavini cuenta, esta vez, con una alianza de amplio alcance con Qatar Airways.

La madurez del plan B a Air Europa y la dureza de la Comisión Europea para aprobar la absorción animaron a IAG a abandonar la operación tras comprobar, durante julio, que Bruselas no se apearía de sus exigencias. Éstas, detalladas por Economía Digital el 19 de junio, hacían inviable la operación, a juicio del presidente del grupo, Luis Gallego.

En Iberia están convencidos de que sus propuestas alternativas para solucionar los problemas de competencia que denunciaba Bruselas reunían las condiciones para lograr el ok, “como otras absorciones que acaban de ser aprobadas”, en referencia a la venta de la italiana ITA a Lufthansa Group (ETR: LHA).

Air Europa en solitario

Mientras Iberia se reubica, en Air Europa confían en su actual confortabilidad (con beneficios récord de 165 millones en 2023) para seguir adelante. El actual plan estratégico de la firma culmina en 2025. Pero, además de renovar su estrategia, deberá solucionar al desfase patrimonial que acumula desde la pandemia. Por ello, los Hidalgo podrían reactivar las negociaciones de venta con Air France-KLM (EPA: AF).

Las conversaciones con el grupo franco-holandés precipitaron la entrada de IAG en el accionariado de Air Europa con la toma del 20 por ciento para evitar ese pacto. Todavía retiene el derecho de tanteo. Por tanto, IAG podría mejorar la oferta o pasar por caja y recuperar los 150 millones que ha gastado en la fallida operación de compra de la rival de Iberia.

Otra declinación de este escenario implicaría que IAG retiene su porción si el comprador es un socio cómodo y se conforma con el 80 por ciento de la filial de Globalia.

Si no hubiera venta a un tercer grupo en los próximos meses, las derivadas podrían ser dos: o los Hidalgo amplían capital para cubrir los agujeros de la pandemia que los resultados (al actual ritmo) no taparán, o se sientan de nuevo con IAG (esta situación sólo tendría sentido si Bruselas, por las razones que considere, decide levantar las limitaciones regulatorias). Las fuentes consultadas descartan, por ahora, un proceso de liquidación.

Air Europa deberá contar también con la complicidad de la SEPI para avanzar en solitario: inyectó 475 millones de euros en dinero público. Los Hidalgo han devuelto hasta la fecha unos 100 millones. Precisamente este rescate pone a la compañía en el centro del llamado caso Begoña.

El consejero delegado de la aerolínea, Javier Hidalgo (heredero del fundador, Juan José Hidalgo) está citado como testigo por el juez que investiga a la mujer de Pedro Sánchez por corrupción en los negocios, entre otros presuntos delitos.

IAG: de Air Europa a… Air Portugal

IAG, con el carpetazo dado a Air Europa, podrá desviar sus esfuerzos corporativos para adquirir Air Portugal (TAP), compañía sobre la que Gallego siempre ha destacado que es “una oportunidad”. Lisboa pretende privatizarla durante 2025.