Iberdrola, Endesa y Repsol avivan la guerra de cargadores eléctricos, pese a la «burocracia infinita»
Hay 8.800 puntos de recarga inoperativos, la mayoría pendientes de los trámites administrativos
Las grandes empresas energéticas siguen avanzando en la carrera por desplegar puntos de recarga para vehículos electrificados a lo largo y ancho del país. Iberdrola, Endesa y Repsol van sumando nuevas instalaciones públicas de recarga en un contexto marcado por los excesivos trámites burocráticos que necesitan para ponerlas en marcha y cumplir con los objetivos marcados en el reto de la electrificación.
Las tres energéticas son las empresas que cuentan con el mayor número de instalaciones de este tipo, si bien los plazos administrativos para que empiecen a andar hacen que buena parte de ellas estén inoperativas. En este sentido, fuentes de Repsol explican a Economía Digital que se tardan 15 meses de media en poner en marcha una instalación o, visto de otra manera, hasta 450 días.
«Hay muchas barreras desde e punto de vista administrativo y existe un cuello de botella importante en las distribuidoras. De hecho, hay algunas mangueras que acaban por estropearse del tiempo que están sin funcionar esperando los permisos», explican.
La petrolera cuenta actualmente con más de 2.200 puntos de recarga instalados, de los cuáles 1.150 están operativos. Los restantes 650 están pendientes de trámites para ponerse en marcha. Las cifras no tienen en cuenta los 1.000 puntos que fueron adjudicados a Repsol por parte de Adif en 80 estaciones de viajeros.
Endesa suma 5.800 puntos, pese a la «burocracia infinita»
Endesa ha desplegado ya más de 5.800 puntos de recarga por toda España, de los cuáles cerca de 700 puntos son de tecnología ultrarrápida con potencias de entre 150 kW y 300 kW. En lo que llevamos de año, Endesa ha puesto en funcionamiento más de 300 puntos de recarga en España, mientras que tiene otros 1.100 en construcción y más de 1.300 en distintas fases de tramitación.
Sin embargo, la eléctrica cuenta con más de 600 Puntos de recarga ya instalados pero que no se pueden utilizar. Según explican desde Endesa, 8 de cada 10 siguen pendientes de recibir todas las autorizaciones pertinentes de las administraciones para poder ser puestos en marcha. «La burocracia que existe es infinita, no es homogénea en todas las comunidades autónomas o regiones de España y tampoco lo es por administraciones públicas afectadas», señalan fuentes de Endesa.
En la misma línea, explican que la fase de permisos para operadores de infraestructura eléctrica y distribuidoras que llevan la red eléctrica hasta los nuevos puntos son «el mayor cuello de botella» al que se enfrentan a la hora de desplegar la red.
«Si queremos que se despliegue más rápido, es necesario que se homogeneice y centralicen los requisitos y las administraciones afectadas. Esto facilitaría la agilidad en los permisos y, por tanto, en las instalaciones de los operadores que seguimos apostando por el desarrollo de este mercado, pese a los bajos números de utilización que tenemos», indican desde la compañía.
Iberdrola supera los 7.000 cargadores en España
Por su parte, Iberdrola es la empresa que cuenta con el mayor número de puntos de recarga en España. La compañía va a un ritmo de 10 puntos de recarga por día laborable en 2024, sumando más de 1.000 instalaciones hasta llegar a las 7.000. Actualmente, cuenta con otros 2.000 puntos de recarga públicos para vehículos en fase de construcción y, como sus homólogas, con una cantidad importante (3.000) a la espera de diferentes trámites administrativos.
Fuentes del mercado señalan que, si bien «moverse en España con vehículo eléctrico es perfectamente posible, el despliegue de los puntos de recarga aún es lento». El principal problema, de nuevo, es que «las administraciones tienen que ser más ágiles, puesto que algunos ayuntamientos tardan mucho en tramitar todos los permisos».
«Entre la licitación, los pliegos, el plazo para que las empresas se presenten al concurso, luego las que no ganan pueden impugnar…el proceso se va al año y medio. En cambio, en instalar un punto de recarga se tarda menos de una semana», explican las mismas fuentes.
El sector del automóvil ve difícil llegar al objetivo
La implementación del vehículo eléctrico es uno de los retos de Europa para lograr la descarbonización, una estrategia ambiciosa que necesita de una infraestructura pública al mismo nivel para que la movilidad sostenible pueda ser una realidad. Sin embargo, los elevados precios de los coches europeos y la burocracia para desplegar la infraestructura pública está siendo el principal obstáculo.
La estrategia en España marcada por el Gobierno en el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) pasa por conseguir que las carreteras del país cuenten con 5,5 millones de coches electrificados y 340.000 cargadores públicos en el año 2030. Algo que desde el sector ven difícil de conseguir.
Félix García, portavoz de la patronal de fabricantes de coches Anfac, explica a Economía Digital que «para el volumen de vehículos que hay actualmente, hay suficientes cargadores, se puede viajar por España planificando los viajes. El problema es que el número de vehículos que se ha marcado como objetivo para 2030 no es acorde con la realidad».
«Según el PNIEC, para 2030 tiene que haber 5,5 millones de vehículos enchufables, lo que supone que se tienen que vender 9.000 al mes y, por lo tanto, tendrían que instalarse 23.000 puntos de recarga públicos mensuales para llegar a los 340.000. Es un ritmo lento para el objetivo que marca el plan», añade.
Cerca de 9.000 instalaciones inoperativas y muchos cargadores de baja potencia
Según los últimos datos de la asociación, España cuenta con 32.422 puntos de recarga de acceso público, pero podría haber más de estar en funcionamiento. «Hay unos 8.800 puntos que no están operativos y esto es básicamente por la tardanza en obtener todos los permisos necesarios. Para 2024, necesitaríamos tener 45.000 puntos de recarga completamente operativos», asegura García.
Más allá de el freno burocrático de la electrificación, desde Anfac advierten de que otro obstáculo es el tipo de tecnología que se está usando. «Calculamos que 8 de cada 10 puntos de recarga son de 22 KW, haciendo que la recarga de los vehículos tarde mucho más tiempo y sea más tedioso para el usuario».
Asimismo, reclaman al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico una mayor coordinación de las infraestructuras y mejorar la transparencia e información. «Hay que poner más señales y dar información sobre cuántas estaciones de servicio con puntos de recarga hay cerca, si están operativos, a qué velocidad cargan, a qué precio está el KW… y que sea interactivo y en tiempo real, no una foto fija. Hay que darle certidumbre al usuario», concluye el portavoz de Anfac.