Iberdrola, Endesa, patronal y sindicatos hacen frente común por la nuclear y ponen contra las cuerdas a Sara Aagesen

Las propietarias de las centrales, CEOE y UGT piden a la ministra de Transición Ecológica reconsiderar el apagón nuclear

La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, e Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola

La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, e Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola

El debate sobre el apagón nuclear está en su punto más candente. El mundo empresarial, sindical, civil y político ejercen presión para que el Gobierno reconsidere el calendario de las centrales, con Iberdrola elevando el tono de sus mensajes.

La vicepresidenta tercera del Ejecutivo y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen se enfrenta a un reto importante por delante.

En sus manos está la decisión de continuar con las líneas energéticas de su predecesora, Teresa Ribera, artífice del plan para desmantelar los siete reactores nucleares activos en España, o dar marcha atrás.

Cada vez son más las voces que claman por alargar la vida útil de las instalaciones nucleares y las empresas responsables de mantenerlas en operación han intensificado los mensajes sobre las consecuencias de cerrar el parque nuclear.

El presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, el presidente de Endesa, José Bogas, y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se han pronunciado en las últimas semanas sobre el tema del momento en el sector energético.

Por la parte civil, la plataforma ‘Sí a Almaraz, Sí al futuro’ también ha sido protagonista esta semana al lograr llevar a Bruselas su defensa de Almaraz, la primera central que cerrará en 2027, a una reunión con eurodiputados del PP, PSOE y Vox.

Aunque la posición del Gobierno, y especialmente del PSOE, es continuista, históricos dirigentes del partido como Jordi Sevilla se están mostrando rotundamente contrarios al cierre nuclear.

El exministro socialista aseguró este jueves durante un acto organizado por la CEOE y el Foro Nuclear (patronal de Iberdrola y Endesa) que cancelar el calendario de cierre de las nucleares es «una prioridad y no hacerlo es «una irresponsabilidad».

Sevilla, director de Contexto y responsable de la Unidad de Inteligencia en la consultora LLYC, ha pedido a Aagesen que la decisión se aplace uno o dos años y ha explicado como su paso por la presidencia de Red Eléctrica cambió su posición respecto a la energía nuclear.

En este sentido, ha pedido ser «prudentes» y una moratoria de 10 años para evitar posibles riesgos de suministro. Sevilla también ha destacado el papel de la nuclear para la Unión Europea para la competitividad de la industria y como herramienta para ganar autonomía estratégica e independencia de Estados Unidos y Rusia.

Pulso de Iberdrola y Endesa al Gobierno

En cuanto a las propietarias, el presidente de Iberdrola ha advertido de que si España comete el «gran error» de Alemania, los precios energéticos aumentarán. Un dardo que no es el primero que lanza Galán en este sentido.

Su homólogo en Endesa, José Bogas, pidió también durante la presentación de resultados de la compañía dialogar sobre el calendario de cierre, ya que considera que el retraso en la implantación de sistemas de almacenamiento y baterías podrían producir problemas con el suministro eléctrico a partir de 2030, especialmente en Cataluña.

También desde la asociación que agrupa a la energética que preside Galán y a Endesa han advertido del impacto. Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear, aseguró que el sector de la energía nuclear en España es «puntero» y no entiende que un país con instalaciones como las que posee España se plantee eliminar la energía nuclear.

«Es de los mejores sectores que tenemos en España. Me conozco todas las centrales de Europa, Sudamérica y gran parte de China y las nuestras son de las buenas», destacó.

Asimismo, la fiscalidad es el tema que más se repite entre los principales interesados para frenar el apagón. En esta línea, Araluce destacó que las nucleares pagan «1.000 millones de impuestos» y otros más de 600 millones por la tasa Enresa.

En cualquier caso, Araluce aboga por un «diálogo pausado», para «que nos sentemos y lleguemos a un acuerdo». Con este escenario, la ministra Aagesen se enfrenta a uno de los principales retos durante el tiempo que dure su legislatura. Los próximos meses serán clave para el futuro energético del país.

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