Iberdrola, Endesa y Naturgy frenan inversiones por 1.700 millones en España por la regulación eléctrica
Las redes eléctricas se han convertido en las estrellas del sector, casi tanto como la tecnología renovable que, de hecho, necesita estas infraestructuras
El futuro energético de España se construirá en el próximo lustro. Las decisiones que se tomen impactarán en las empresas y el tejido económico. Por eso, las redes eléctricas se han convertido en una prioridad. Sin embargo, el Gobierno tiene topada la inversión a las grandes distribuidoras.
Iberdrola, Endesa y Naturgy, como principales compañías en el segmento de la distribución, no pueden invertir de manera conjunta más del 0,13% del PIB anual en redes. Esto, por ejemplo en 2022, dejó esa cifra en 1.750 millones de euros. El sector en su conjunto cree que ese límite debe ser revisado.
Así lo han puesto de manifiesto distintas voces del sector de la movilidad eléctrica en el ‘VII Congreso Europeo de Movilidad Eléctrica’ organizado por Aedive que se ha celebrado este martes en Madrid. La preocupación, para ellos, es que sin una fuerte red de distribución asumen que será más difícil crecer. Y eso tiene un efecto dominó.
Si no se desarrolla una red de puntos de recarga lo suficientemente capilar en todo el territorio español, se retrasará las decisiones de compra del vehículo eléctrico. Eso impacta en la industria del automóvil, así como en todas las empresas de la cadena de valor.
Multiplicar la inversión
Distintas fuentes del sector consultadas por ECONOMÍA DIGITAL aseguran que el apetito inversor de las empresas de distribución se elevaría por encima de los 3.000 millones de euros.
En este contexto, Iberdrola, Endesa y Naturgy estarían dispuestas a invertir más de 1.700 M€ adicionales a los que ya invierten para mejorar y reforzar sus redes.
Las empresas del sector del automóvil creen que es totalmente necesario. Aspectos como la digitalización de las redes se ha convertido en algo esencial para el desarrollo de este negocio. Pero hay algo que fluye por encima de las propias necesidades sectoriales.
La entrada masiva de las tecnologías renovables en el sistema necesita que las redes sean mejores, más robustas y estén más desarrollas. Y eso se necesita hacer en un espacio de tiempo muy corto.
Un gran negocio
Ante este contexto, Iberdrola, Endesa y Naturgy asumen que el negocio de la distribución es importante. Al margen de la parte regulada, donde dependen de ingresos regulados que estipula la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), existe otra realidad empresarial.
Precisamente, el negocio del automóvil será muy dependiente de las redes, sobre todo en algunos puntos concretos, donde precisamente se necesita una mayor inversión para llevar las redes.