Hacienda impugna la devolución de 1.000 millones a Santander por ser «lesiva para los intereses públicos»
El pasado año Hacienda devolvió a Santander 1.000 millones de euros por contingencias fiscales vinculadas a Banco Popular.
Hacienda y Santander mantienen su pulso fiscal más allá del ‘impuestazo’ a la banca, contra el que han arremetido todos los presidentes y consejeros delegados de la banca española.
El Ministerio dirigido por María Jesús Montero ha impugnado la devolución de 1.000 millones de euros que el pasado año hizo a Santander por impuestos de 2017 vinculados a Banco Popular.
El banco presidido por Ana Botín consiguió a mediados del pasado año que los tribunales le dieran la razón en un pleito que mantenía con la Agencia Tributaria por créditos fiscales valorados en 995 millones de euros, cantidad que fue ingresada poco después en las cuentas del Santander.
La Agencia Tributaria rechazó una conversión de créditos fiscales que hizo Banco Popular en activos corrientes en 2017, al considerar que el banco no podía llevar a cabo dicha operación al pasar a formar parte del Santander. El primer banco español se hizo con el Popular el 7 de junio de 2017, por un euro, tras activar Bruselas el rescate de la entidad presidida entonces por Emilio Saracho, ante el riesgo de caída; Santander amplió capital en 7.000 millones.
En 2023, el Tribunal Económico Administrativo Central resolvió que, en 2017, se habían cumplido los requisitos para la conversión en crédito exigible frente a la Administración de parte de los activos por impuesto diferido monetizables del grupo Popular.
El primer banco español asegura que dicho importe fue abonado a sus cuentas «sin impacto en resultados». Pero Hacienda ha declarado «lesiva para los intereses públicos» dicha devolución, y ha impugnado la decisión del TEAC ante la Audiencia Nacional.
Santander admite que la estimación de este recurso implicaría que debería reintegrar «los fondos recibidos y volvería a acreditar dichos activos monetizables limitándose el impacto a los intereses de demora». La entidad asegura que, no obstante, «se considera que existen sólidos argumentos de defensa en relación con este recurso».
Santander asegura en sus cuentas de 2023 que el pasado año pagó en total 19.914 millones de euros en impuestos, de los que 9.664 millones corresponden a impuestos propios y el resto «a impuestos recaudados de terceros en el desarrollo de nuestra actividad económica».
La entidad dice que, por cada 100 euros de margen bruto «se han ingresado 35 euros por impuestos, siendo 17 euros por el pago de impuestos propios soportados directamente por el Grupo y 18 euros por el pago de impuestos recaudados de terceros».
En España, el grupo contribuyó en total con 3.275 millones al fisco; de esa cantidad, 1.633 millones fueron pagados por el Santander, y 1.642 millones fueron aportados por terceros, según el informe financiero anual de 2023 del banco, consultado por este diario.
Según las mismas cuentas, el banco español contribuyó, directa e indirectamente, con 5.120 millones a las arcas públicas de Brasil; 2.629 millones en Argentina, y 2.253 millones en México.
El pasado mes de enero, Ana Botín destacó que este año el banco tendría que abonar más de 338 millones de euros por el ‘impuestazo’ a cargo por las cuentas del ejercicio que acaba de finalizar. En 2023, Banco Santander marcó un nuevo récord y cerró el curso con unas ganancias superiores a 11.000 millones de euros, rompiendo con todas las previsiones que daban los analistas.
«Ningún país del mundo tiene un impuesto previsto sobre los beneficios de los bancos en 2024«, reprochó Botín.»La mejor manera de crecer más, es ganar más, y así se recaudan más impuestos», añadió.