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La antigua sede de Puig, hoteles y pisos de lujo: así es el imperio inmobiliario de los Grífols
Scraton, la sociedad participada por miembros de la familia Grífols, es el propietario de la sede de la farmacéutica y tiene predilección por las zonas más lujosas de Barcelona
La crisis de Grifols ha puesto a Scranton Enterprises en el centro de todas las miradas. La que podría ser una firma inversora más, con sus acciones en varios sectores y su patrimonio inmobiliario, se ha convertido en el foco de toda la polémica, después que la firma bajista Gotham City acusara a la farmacéutica catalana de manipular sus cuentas mediante transacciones cerradas con el holding participado por miembros de la familia Grífols.
Lo cierto es que poco se sabe de Scranton, tiene su sede en Países Bajos y la mayoría de sus cuentas, registros y movimientos no son públicos. En España se la conoce, aparte de por ser el segundo accionista de Grifols, con un 8,6% de los títulos, por tener una participación mayoritaria en el elaborador de cava Juvé i Camps y por ser el propietario del Club Joventut de Badalona.
Pero la mayoría de sus idas y venidas en España se dan en el sector inmobiliario. Scranton y los Grifols han protagonizado en los últimos años algunos movimientos inmobiliarios de lo más llamativos, sobre todo en la zona alta de Barcelona.
Scranton mueve sus inversiones inmobiliarias a través de varias corporaciones o desde su matriz en Holanda. De todas ellas, Centurión Real Estate es la más conocida. En 2015 estuvo a punto de convertirse en una socimi y de salir a bolsa, pero sus socios se echaron atrás.
Gracias a los trámites necesarios para salir al parqué, se dio a conocer que Centurión, y por ende Scranton, es el dueño de cuatro edificios ubicados en la calle Jesús y María de Barcelona y en la avenida de la Generalitat de Sant Cugat del Vallès, todos ellos ocupados por Grifols. Recientemente, el presidente del grupo farmacéutico, Thomas Glanzmann, desveló que pagan anualmente más de 6 millones a la corporación para arrendar sus edificios.
El Francesc Macià 10
Más allá de los inmuebles alquilados a Grifols, la inmobiliaria es propietaria del local comercial de la plaza Francesc Macià número 10, actualmente ocupado por un establecimiento de CaixaBank.
Según las cuentas de 2022, las más recientes depositadas en el registro mercantil, los activos inmobiliarios de Centurión están valorados en cerca de 130 millones de euros, un dato que se sumaría a las inversiones ejecutadas desde la misma Scranton o desde otras filiales dedicadas al tocho del grupo. Centurión facturó 29,5 millones de euros en 2022, en un ejercicio en el que cuadruplicó su actividad respecto el año anterior: la inmobiliaria generó ingresos por 7,7 millones en 2021.
La mejora en la facturación, conseguida a través del arrendamiento de inmuebles o de las comisiones recibidas por el asesoramiento a sus clientes, permitió a la compañía presidida por Juan Javier Roura multiplicar sus beneficios hasta los 12 millones de euros. Eso sí, el resultado se destinó a reservas, por lo que Scranton no acarició las mieles de estos avances en forma de dividendo.
Sobre su pasivo, uno de los puntos candentes de la polémica entre Gotham y Grifols, Centurion acumulaba a cierre de 2022 deudas con entidades de crédito por 152 millones de euros, aunque la gran mayoría eran a corto plazo y un buen grosor venció en 2023.
De hecho, según las cuentas, la empresa firmó tres préstamos hipotecarios con BBVA por importes de 41 millones, de 15 millones de euros y de 3 millones más, todos ellos ya vencidos. Por otro lado, en 2018, la inmobiliaria formalizó una hipoteca más con Caixabank por un importe de 40 millones de euros y una duración de 15 años. Se pusieron «determinados inmuebles» como garantía de dicho préstamo.
Alquiler, más lujo y el Hesperia President
Fuera de Centurion, o así se presenta en la página web de Scranton, y no muy lejos se encuentra otro de los proyectos inmobiliarios de la farmacéutica. A una calle de Francesc Macià se ubica el número 9 de Travesera de Gracia, también conocido como la antigua sede del grupo perfumero Puig en Barcelona. Cuando el gigante de la belleza catalán se fue a la Plaza Europa, la promotora Corp impulsó un proyecto para levantar un nuevo edificio residencial, con viviendas de alta gamma.
La firma holandesa le compró la totalidad de la promoción por una cifra que nunca llegó a transcender. Los Grifols y sus socios en Scranton le sacan un buen rédito arrendando los pisos, sobre todo si se tiene en cuenta que es una de las zonas de la capital catalán donde el precio por metro cuadrado es más alto.
También con Corp, Scranton impulsó en 2019 una de sus mayores apuestas por el alquiler residencial, con la creación de la sociedad conjunta Becorp, con el objetivo de promover en Cataluña el alquiler de 2.400 viviendas. La firma holandesa traspasó al fondo Patrizia 1.500 piso de esta cartera, pero el resto se mantienen en alquiler.
Por otro lado, los Grifols intentaron entrar en el alquiler de viviendas de lujo de Madrid, con la compra del Velázquez, 21 por 52 millones de euros. Finalmente, se decantaron por desinvertir en la capital y vender el proyecto al grupo GPF Inbest por 70 millones de euros, según reportó El Confidencial.
Scranton no limita sus movimientos al residencial y a los locales comerciales, también invierte en hoteles. A pocos metros de las otras operaciones mencionadas en Barcelona se ubica el Hotel Hesperia Presidente, en la avenida Diagonal, comprado por Scranton en 2021 a través de otra de sus filiales, Tamin Trade. La operación se cerró por 150 millones de euros e incluyó las 156 habitaciones del establecimiento y los dos locales comerciales de los bajos, ocupados por Movistar y Silence.