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Grifols se reúne con los analistas pero no consigue frenar la sangría en bolsa y cae un 16%
La CNMV da 10 días a la farmacéutica para aclarar su relación con Scranton
Grifols no logra calmar a los mercados. La farmacéutica catalana ha convocado esta tarde a los analistas en una conferencia telefónica para defenderse de las acusaciones de Gotham City Research, que asegura que maquilla sus cuentas, pero no ha conseguido frenar la sangría en bolsa. Las acciones de la compañía bajan un 13% sobre el precio de apertura, con una especial caída sobre las 15:30 horas, coincidiendo con el fin del encuentro.
La multinacional ha centrado buena parte de su defensa en reafirmar su inocencia y en comprometerse a mejorar su governanza. Thomas Glanzmann, el presidente de la corporación catalana, insiste en la falsedad de la información difundida por Gotham y en que todos sus cuentas y movimientos han estado comunicados a los reguladores y auditados. Para el presidente, el fondo está «reutilizando información antigua por puro interés propio y beneficio personal». Por eso, reitera que todo el consejo de administración está de acuerdo en que deberán de tomar medidas legales.
La multinacional ha querido marcar distancia con Scranton, el segundo accionista de Grifols, con un 8% de las acciones. El presidente de la farmacéutica, asegura que el holding «no es el family offcie» de la familia Grifols e indica «no existen vinculaciones» más allá del alquiler de la sede central del grupo en Sant Cugat del Vallés y de los contratos con BPC (Biotest US Corporation) y Haema, las dos sociedades propiedad de la firma inversora que la empresa de análisis ha puesto en su punto de mira. Gotham argumenta que Grifols engorda su ebitda y rebaja su apalancamiento, mediante transacciones cerradas con Scranton.
Las relaciones con Scranton
Según el primer ejecutivo de la corporación, la empresa con sede en Países Bajos comprende a 22 inversores, de los cuales solamente tres forman parte de la familia Grifols. Glanzmann no ha dado nombres, pero lo cierto es que poco se conoce de la sociedad inversora, aunque siempre se ha hablado del expresidente de la compañía, Víctor Grifols Roura, y de su hermano y actual director general corporativo del grupo, Raimon Grífols, como miembros de su accionariado, así como históricos directivos de la corporación fuera de la familia, como Tomás Dagá.
Grifols ha querido definir sus relaciones con el holding básicamente porque Gotham lo puso en el centro de sus presuntas malas prácticas. Todo se remonta a 2018, cuando la multinacional compró por unos 500 millones de dólares BPC (Biotest US Corporation) y Haema, dos empresas proveedoras de plasma, para seguidamente véndeselas a Scranton por el mismo precio.
Gotham denuncia que, pese a no poseer ni una acción de estas empresas, la farmacéutica consolida sus resultados en sus cuentas, algo que infla sus resultados. Sin embargo, el director financiero de Grifols, Alfredo Arroyo, reitera que incluyen los resultados de BPC y Haema porque retienen la gestión de ambas empresas, así como una opción de recomprarlas, algo acorde con las normas contables internacionales. El financiero señala que la consolidación del negocio de estos proveedores de plasma supone solamente el 2% del ebitda consolidado del grupo, con cerca de 30 millones, frente al 30% denunciado por Gotham.
El desapalancamiento
Por otro lado, Grifols ha centrado buena parte de la conferencia en sostener que la empresa sigue en camino para desapalancarse y que están en buena posición para aplacar sus deudas, centrándose primero en los casi 2.000 millones que vencen en 2025. Para ello, la empresa asegura que cumplirá con la venta del 20% de Shanghái Raas cerrada a finales de 2023 y cuyo importe irá destinado totalmente a rebajar el pasivo.
“Cumpliremos nuestros compromisos para 2023, incluido el cierre de la transacción con China, y esperamos informar de resultados muy sólidos en línea con la última guía actualizada”, recalca Glanzmann. La multinacional asegura que tiene 1.000 millones de euros en caja, por lo que podrá hacer frente a los próximos vencimientos sin tener que refinanciar.
La empresa hora queda a expensas de lo que diga la Corporación Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Grifols ha asegurado que el regulador le ha dado 10 días para presentar información solicitada a raíz del informe. El grupo se ha mostrado colaborador y asegura que sigue esforzándose en mejorar la gobernanza.