Grifols recupera 2.000M en bolsa tras el golpe de Gotham a la espera de los resultados
La farmacéutica tiene otra oportunidad para defenderse del fondo bajista este jueves con la presentación de las cuentas de 2023
Grifols llega a la presentación de sus resultados anuales con mucho camino recorrido, pero todavía más por recorrer. La farmacéutica catalana ha recuperado 2.000 millones de euros de su valor en bolsa desde varapalo inicial causado por el demoledor informe de Gotham City Research y espera afianzar su mejoría en el mercado con unas cuentas del año 2023 al alza.
Este jueves, la empresa tendrá una nueva oportunidad para limpiar su nombre con los datos actualizados del ejercicio de 2023, que defenderá ante los analistas en una conferencia telemática. En este sentido, no sería de extrañar que los inversores quieran incidir en la crisis bursátil, en las afirmaciones de Gotham, que a grandes rasgos asegura que Grifols engorda su ebitda y reduce su deuda a través de operaciones vinculadas con Scranton, un holding participado por los Grifols que posee un 8% de los títulos de la compañía; así como de la venta del 20% de Shanghái Raas.
La multinacional de los hemoderivados llega a la fecha señalada después de un rebote de casi el 41% en bolsa que le ha permitido recuperar más de la mitad de la capitalización que perdió tras la bomba de Gotham. En las primeras semanas tras la publicación del informe, el precio de las acciones de Grifols llegó a caer en un 40%, pasando de un precio de 14,24 euros por título cotizado el 8 de enero, el día anterior a la crisis de Gotham, a un mínimo de 8,37 euros anotado el 19 del mismo mes.
Dos semanas a la baja
En esos 10 días, Grifols intentó defenderse de las acusaciones de la firma bajista, pero solamente consiguió remontar el día 10 de enero, después de anunciar que emprendería medidas legales contra el fondo de Daniel Yu. A través de comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y con una conferencia telefónica con inversores, el grupo trató de esclarecer las dudas generadas por las acusaciones de Gotham, pero, más que convencer a los mercados, generó más incertidumbre y su valor en el parqué siguió cayendo hasta anotar esos 8,37 euros.
Una vez bajó el suflé y el impacto inicial, la empresa inició un camino al alza, coincidiendo también con el envío a la CNMV de toda la información que le había requerido para aclarar su relación con Scranton. En ese momento, el regulador señaló que, a priori, Grifols había actuado según la norma, mientras explicó que también estaba investigando la conducta de Gotham, algo que aupó a la Ibex.
Unos días más tarde, la farmacéutica formalizó su demanda contra Gotham ante la justicia norteamericana por difamación, interferencia y enriquecimiento injusto; y anunció la separación de la familia fundadora de la gestión ejecutiva de la corporación. Víctor, Raimon y Albert Grífols, los tres miembros de la familia con silla en el consejo de administración, perdieron la etiqueta de ejecutivos y actúan solamente como consejeros dominicales.
Además, también renunciaron a su puesto en la dirección ejecutiva del grupo. Hasta hace pocas semanas, Víctor Grífols Deu actuaba como director de operaciones, mientras que Raimon Grifols era el director general corporativo. Ambos ocuparon el cargo de co-CEOs hasta hace un año, una responsabilidad que a partir de abril tomará Nacho Abia, el nuevo fichaje que consolida la profesionalización de la compañía. La transición empezó en otoño de 2022, cuando Víctor Grífols Roura dejó la presidencia de la empresa y Steven Meyer se convirtió en al primer presidente ajeno a la familia, pero la crisis causada por Gotham no ha hecho más que acelerarla.
Todos estos movimientos han agradado a los mercados y han premiado a la catalana con esta subida de más de un 41%, dejando el precio por acción en los 11,79 euros anteados este miércoles. A cierre de la sesión, la capitalización bursátil de la multinacional alcanzaba los 7.229 millones de euros, frente a los poco más de 5.073 millones que llegó a valer el 19 de enero, cuando tocó mínimos. Antes del inicio de la crisis, Grifols valía unos 8.600 millones de euros, por lo que todavía tiene por delante camino por recorrer.
Si todo sale como planeado, Grifols debería de presentar este jueves unas cifras al alza que permitirán afianzar este crecimiento y recuperar una cotización en bolsa más cercana a la anotada antes del informe de Gotham. La compañía se comprometió a aumentar los ingresos entre un 10% y un 12% interanual, mientras que aspiraba a alcanzar un ebitda de hasta 1.450 millones de euros. Hasta setiembre, la farmacéutica facturó 4.822 millones de euros, un 11,7% más que en el mismo periodo del año anterior, y logró un beneficio bruto de 1.028 millones de euros.
El mercado estará atento, sobre todo, a una mejora del ratio de apalancamiento, que llegó al 6,7 veces en septiembre. La empresa se ha comprometido a rebajarlo hasta un 4 a finales de año, pero para eso necesitará cerrar la venta del 20% de su filial en china. Aun así, sería un primer paso ver como la relación entre la deuda neta y el ebitda se empequeñece de forma orgánica.