Así ha sido la semana más dura de la historia de Grifols: 3.200 millones de euros perdidos en cuatro días

La farmacéutica se desangra en bolsa y pierde más de un tercio de su valor tras el ataque de Gotham City Research

Panel de Grifols en la Bolsa de Madrid. EFE

Las acusaciones de Gotham hundieron a Grifols en bolsa. EFE

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Grifols no esperaba iniciar 2024 de esta forma, al contrario, debía ser el año del cambio. La venta del 20% de Shanghai Raas anunciada durante el último día hábil de 2023 tenía que ser un punto de inflexión, una operación destinada a generar caja para a poder pagar y olvidarse de la losa de la deuda.

Pero entonces llegó Gotham City Research, puso en duda sus cuentas, la acusó de hinchar sus resultados y de estar más endeudada de lo reportado; y hundió el precio de sus acciones. Con esto, la farmacéutica catalana ha cerrado la peor semana de su historia después de dejarse 3.200 millones de euros de su valor en bolsa en cuatro días.

La firma bajista soltó la bomba a primera hora de la mañana del pasado martes, con una publicación en X (anteriormente Twitter) y en su página web. Adjunto había un documento de 65 páginas en el que defiende que el ebitda de Grifols es un 30% menor al plasmado en las cuentas públicas de la corporación, de modo que su apalancamiento real podría alcanzar entre un 10x o un 13x, frente al 6x que notifica la misma. De ser así, dice Gotham, los valores de Grifols deberían de valer cero.

Scranton, BPC y Haema, las empresas implicadas

El motivo recae en la relación entre la farmacéutica y Scranton Enterprises, la firma inversora participada por miembros de la familia fundadora con sede en Países Bajos que controla el 8% de las acciones de Grifols. La compañía fundada por Daniel Yu afirma que la multinacional de los hemoderivados consolida en sus cuentas los resultados de BPC (Biotest US Corporation) y Haema, dos compañías proveedoras de plasma que compró en 2018 para posteriormente venderlas a Scranton.

Para Gotham, Grifols engorda sus resultados al repercutir el negocio de ambas empresas en sus cuentas, algo que considera que no debería de hacer porque no tiene acciones de las mismas. Además, acusa a la catalana de haber financiado parte de la transacción, sin repercutir la operación en sus informes como deuda.

Dos horas después de estas duras acusaciones, abrieron los mercados europeos, pero el terremoto provocado por la empresa de análisis congeló las acciones de Grifols durante cerca de dos horas más. Cuando por fin aparecieron los precios, la caída llegó hasta el 36%. En ese momento, Grifols ya había respondido, con un breve hecho relevante en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), donde negaba todas y cada una de las alegaciones de Gotham.

“Como empresa comprometida con la transparencia, integridad y conducta ética, negamos y rechazamos categóricamente cualquier acusación de prácticas contables o de información erróneas de nuestros estados financieros consolidados”, decía el texto, mientras argumentaba que todas las transacciones de las que habla Gotham fueron “completamente divulgadas y auditadas desde 2018 e informadas al regulador español”. Por último, la empresa sentenciaba que sus estados financieros y sus controles internos son “robustos”.

Grifols se defiende y moderar el bajón

El bajón en bolsa se moderó a primera hora de la tarde, coincidido con más explicaciones de la empresa especializada en la fabricación de medicamentos a base de plasma con un segundo comunicado, más extenso, al regulador. En él, Grifols intentaba deshacer algunos de los argumentos de Gotham, asegurando que, según las normas internacionales de contabilidad, la corporación puede consolidar los resultados de Biotest y Haema, dado que mantiene su gestión, así como una opción de recomprarlas. Además, reiteraba que todos estos movimientos habían pasado por todos los filtros de control.

La respuesta de Grifols amortiguó el golpe, pero no recuperó del todo la confianza de los mercados: la farmacéutica cerró el martes con una caída del precio de sus acciones del 26%. Mientras la bolsa temblaba, el consejo de administración del grupo se reunía para valorar el impacto de toda esta polémica.

El miércoles fue un espejismo. La capitalización de la empresa se despertaba de forma irregular, pero empezó a repuntar tras la primera ofensiva de la farmacéutica. Grifols publicó una tercera nota en la CNMV, donde reiteraba su inocencia y anunciaba que demandaría a Gotham “por el importante daño causado, tanto financiero como reputacional, a la Sociedad, así como a todos sus stakeholders y por provocar una gran preocupación a sus pacientes y donantes”.

Gotham guardó silencio y los inversores premiaron a la empresa. Las acciones se elevaron en un 12% y la corporación recuperó parte de lo perdido un día antes, aunque su cotización seguía siendo casi 1.500 millones de euros más baja que la anotada a principios de semana.

Jueves, el día calve ante los inversores

Llegado el jueves, se acabaron las subidas. La bolsa titubeada a primera hora de la mañana, expectante a la conferencia telemática con inversores programada para las 14:30. Poco antes de su inicio, Gotham reaparecía en Twitter: “¿Saben los bancos y los coeditores de Grifols y Scranton que ambas consolidan Haema y BPC en sus informes financieros?”.

La llamada empezó con buen pie, con la participación de la cúpula mayor de la empresa: el presidente Thomas Glanzmann, el director de operaciones, Víctor Grífols Deu, el director general corporativo, Raimon Grífols, y el director financiero, Alfredo Arroyo. Glanzmann tomó la palabra para insistir en la inocencia de la cooperación y en su voluntad de mejorar la gobernanza, mientras acusó a Gotham de actuar en beneficio propio.

«Scranton no es un family office de la familia Grífols»

Después, el directivo pasó a dar alguna pista sobre la relación entre Grifols y Scranton. “Scranton no es un family office de la familia”, decía el primer ejecutivo del grupo catalán. El también CEO explicó que Scranton es una empresa ubicada en Países Bajos que compuesta por 22 inversores. Tres de ellos pertenecen a la familia Grífols y controlan cerca de este 20% de la compañía.

Glanzmann no dio nombres, aunque siempre se ha hablado del expresidente de la compañía, Víctor Grífols Roura, el hombre que impulsó el crecimiento internacional de la biofarmacéutica, y de su hermano, Raimon Grífols. También se han puesto sobre la mesa históricos directivos de la corporación, ajenos a la familia, pero de su más alta confianza, como el consejero Tomás Dagá.

Los inversores quieren conocer la vinculación con Scranton

Hasta entonces todo iba bien, las acciones iban remontando, pero con el turno de preguntas volvió la debacle. Los inversores insistieron en conocer los detalles de la vinculación entre la farmacéutica y su segundo mayor accionista, pero no se aportaron demasiados detalles ni se aclaró cuál es su estructura accionarial. Glanzzman aseguró que solamente los une el alquiler de la sede de la empresa y los contratos de suministro con BPC y Haema, pero no convenció a los analistas y la bolsa volvió a hablar. Grifols se despeñó en un 16% tras el encuentro, perdiendo todo lo que había ganado el día anterior.

El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, durante la Junta General de Accionistas del año 2023. EFE/Andreu Dalmau Gotham City
El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, durante la Junta General de Accionistas del año 2023. EFE/Andreu Dalmau

Por último, el viernes se caracterizó por el silencio tanto de Grifols como de Gotham, mientras las acciones seguían a la baja. Los títulos de la Ibex catalana cerraron el viernes con una caída del 10%, en una jornada en la que rozaron los mínimos anotados en octubre de 2022, con un precio de 8,23 euros. A lo largo de estos cuatro días, la capitalización de la corporación ha caído de los más de 8.700 millones de euros anotados el lunes hasta los 5.513 millones alcanzados a finales de semana.

¿Cuál es el siguiente paso? La CNMV. El regulador bursátil ha dado 10 días a Grifols para presentar información que sirva para esclarecer su relación con Scranton. La farmacéutica se mostró colaborativa y aseguró que respondería a su petición lo antes posible. De lo que determine la comisión dependerá la evolución de Grifols en los próximos días, mientras sus servicios legales estudian cada detalle de las acusaciones de Gotham para preparar la demanda.

A todo esto, hay que recordar que Gotham, pese a su nombre, no es un justiciero que trabaja por amor al arte y para enmendar injusticias, es una firma bajista que se beneficia de sus acciones. General Industries Partners, la empresa propietaria del fondo, notificó el pasado lunes a la CNMV, antes de publicar su informe, la toma de una posición en corto en Grifols del 0,57%. 24 horas después había quedado reducida a un 0,06%, lo que generó a la firma un beneficio de unos 17 millones de euros.

Este viernes la posición desapareció de los registros de la CNMV, aunque no quiere decir que la haya desecho por completo, dado que el regulador solamente las reporta si se supera un umbral porcentual.

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