Llega la junta más tensa de Grifols bajo las amenazas de los proxys (y de Gotham)
La junta general de accionistas es la primera que se celebra después de que la familia Grifols dejase la gestión de la fima y tuviese lugar la incorporación de Nacho Abia como CEO
La junta general de accionistas que celebra Grifols en su sede en Sant Cugat del Vallés (Barcelona) será especial por diversos motivos. Será la primera en la que la familia no tenga funciones ejecutivas dentro del consejo de administración, después de que Víctor Grifols Deu y Raimon Grifols Roura dejaran de ser consejeros ejecutivos para convertirse en consejeros dominicales. A través de este movimiento, la familia trató de separar la propiedad de la gestión de la empresa y centrar sus esfuerzos en su rol como accionista.
Además de ser el telón de fondo del estreno del CEO de la firma de hemoderivados, Nacho Abia, quien asistirá por primera vez tras comenzar a desempeñar sus funciones como consejero delegado y tomar las riendas de la farmacéutica, será el primer cónclave que se celebrará tras la crisis desatada al arrancar el año por las acusaciones de Gotham City Research. El fondo bajista aseguró que la compañía manipulaba sus cuentas mediante operaciones cerradas con Scranton, el holding participado por la familia Grifols que posee más de un 8% de las acciones del grupo.
Las remuneraciones, bajo lupa
Uno de los puntos destacados recogidos en el orden del día será la votación del informe anual de remuneraciones, así como la modificación de la política de retribuciones de los consejeros de la compañía. No se debe perder de vista que Grifols ofreció a Abia un pago de bienvenida de 1,5 millones de euros, para que abandonase sus funciones como presidente y consejero delegado en la cotizada japonesa Olympus.
Desde que se puso al timón de la multinacional el pasado mes de abril, el consejero delegado ha cobrado un salario de 3,8 millones de euros al año. La remuneración contempla una parte fija de 2 millones de euros anuales, pero también acciones de clase A valoradas en 1,8 millones de euros, que se entregarán de forma anual.
De alcanzar los objetivos fijados por el consejo de administración, el contrato establece un componente variable anual de hasta el 60% de la retribución del máximo directivo de la compañía. Entre las distintas metas que permitirían al consejero delegado de Grifols incrementar su salario figuran métricas económicas, reducción de la deuda o rendimiento en ventas y gobernanza, entre otras.
En el momento de su contratación, la compañía justificó el atractivo paquete salarial ofrecido a Abia por la competencia en el sector sanitario y los altos sueldos en Estados Unidos en comparación con Europa, si bien advirtió que podría ser revisado anualmente si se producían cambios significativos en el negocio.
Los asesores de voto y de gobierno corporativo, ISS y Glass Lewis, han aconsejado a los accionistas de la firma catalana que voten en contra tanto del informe de remuneraciones correspondiente a 2023, como del sueldo del nuevo CEO de la empresa, por lo que la votación de estos puntos podría complicarse.
La remuneración de Abia dista de la percibida por el anterior CEO de la firma catalana, el ahora presidente ejecutivo, Thomas Glanzmann, cuyo salario se verá ajustado al recibir una retribución fija anual en efectivo de 1,2 millones de euros. Cabe recordar que el directivo suizo tiene previsto dejar sus funciones ejecutivas en el grupo el próximo año, de manera que mantendrá la presidencia pero ejercerá como no ejecutivo.
A pesar de que su compensación variable a corto plazo podría escalar hasta el 97,5%, de no alcanzar el 90% de los objetivos fijados no contaría con la posibilidad de cobrar este tramo. Si bien tendría derecho a percibir el 65% de su salario fijo anual si lograse cumplir todas las metas, cualquier incremento en su remuneración no puede sobrepasar el 10% de la retribución fija por año.
Nuevos nombramientos
En la junta general de accionistas también se aprobarán las cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2023, se votará la reelección de Deloitte como auditor de las cuentas individuales durante tres años, a partir del 1 de enero de 2024. Concretamente, la consultora auditará las cuentas anuales individuales de los ejercicios que se cerrarán a 31 de diciembre de 2024, 31 de diciembre de 2025 y 31 de diciembre de 2026.
También se someterán a votación los nombramientos de Claire y Anne-Catherine Berner como consejeras independientes durante cuatro años y se ratificarán los nombramientos por cooptación de Nacho Abia y Albert Grifols Coma-Cros, así como su reelección como consejeros por el mismo periodo de tiempo.