La subida de tipos lastra una de las inmobiliarias de los Grífols: se deja la mitad del beneficio
Padolç disparó los gastos financieros en 2022, dañando el resultado neto de la compañía
La familia Grífols es uno de los históricos clanes empresariales de Cataluña, conocidos por haber fundado el imperio farmacéutico, bautizado con el apellido familiar. Sin embargo, como la mayoría de las grandes fortunas, no ponen todos los huevos en la misma cesta y reinvierten las ganancias generadas por la empresa especializada en hemoderivados en una amplia cartera de negocios.
Desde distintas sociedades de cartera, controlan infinidad de inversiones en otros sectores económicos, destacando el ladrillo. Una de las compañías que pertenece al dominio inmobiliario de los Grífols es Padolç, una corporación presidida por Víctor Grífols Roura, exconsejero delegado y presidente de honor de la Ibex, que en 2022 vio como el incremento de los gastos financieros se llevó por delante la mitad de su beneficio, después que sus propietarios realizaran una serie de inyecciones de capital para relanzarla.
Según las cuentas reportadas en el Registro Mercantil, la gestora especializada en el alquiler de inmuebles ganó apenas 368.261 euros en 2022, la mitad que durante el ejercicio anterior. La principal mella en el negocio de la empresa provino del incremento de los gastos financieros, que se catapultaron pasando de representar apenas 26 euros a superar los 133.000.
Esta partida del balance suele aglutinar las comisiones y los intereses pagados a las entidades financieras, coincidiendo con el año en qué el Banco Central Europeo empezó a subir los tipos tras años en negativo, encareciendo, así, el coste de las empresas para financiarse.
Además, Padolç venía de un espectacular 2021, marcado por las reiteradas ampliaciones de capital realizadas por los Grifols con el fin de empujar una compañía que, dentro del gigantesco patrimonio de la familia, es relativamente pequeña. Hace dos años, sumó entre la cifra de negocio y los ingresos financieros 1,3 millones de euros, el doble que en 2020. Por el contrario, la facturación volvió a bajar hasta el 1,1 el pasado 2022.
80 millones en inyecciones
En medio de la vorágine causada por la pandemia en la farmacéutica controlada por la familia, Grífols Roura se decantó por darle un empuje a su discreta inmobiliaria. Entre 2020 y 2021, el capital de la compañía se multiplicó por 19 a base de aportaciones de sus propietarios. La primera ampliación de capital se plasmó en el Registro Mercantil en junio de 2020, cuando se sumaron 2,5 millones de euros a los 4,6 que tenía la compañía.
Dos meses más tarde, las Grifols invirtieron casi 20 millones de euros más en Padolç, pero la mayor aportación llegó en diciembre. Fue entonces, cuando el empresario catalán dotó la inmobiliaria de 60,1 millones de euros más. Por último, en julio del año pasado llegó la última inyección, de 1,7 millones de euros, dejando el capital social de la compañía en los 88 millones que todavía mantiene.
Según las cuentas más recientes, Padolç tiene activos materiales valorados en más de 4,69 millones de euros, que se revalorizaron en cerca de 40.000 euros de un año al otro. A esto hay que sumarle inversiones financieras a largo plazo de casi 80 millones de euros.
Más allá del propio Grífols Roura, el consejo de administración de esta compañía está formado, en su totalidad, por miembros de su rama familiar. Marta Deu, su mujer, tiene una silla en el órgano y es, además, la consejera delegada de la compañía; mientras que el resto de los puestos lo ocupan sus tres hijos, David, Oscar y Víctor Grífols Deu, el también director de operaciones de la farmacéutica familiar.