La CNMV da aire a Gotham: detecta «deficiencias significativas» en Grifols y operaciones vinculadas por 400M sin declarar

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) encuentra «deficiencias significativas» en las cuentas de Grifols en plena batalla contra Gotham City Reserch. El regulador bursátil asegura que «no ha identificado errores significativos» en las principales magnitudes declaradas en los informes financieros de la farmacéutica, incluyendo el endeudamiento; pero encuentra toda una lista de información sin especificar, entre las que destacan operaciones vinculadas que suman en 397 millones de euros en los últimos cinco años.

Así se desprende de las conclusiones elaboradas por la entidad sobre los informes de la catalana, después de que la firma bajista acusara a la compañía de maquillar sus cuentas engordado su ebitda y reduciendo su deuda, mediante transacciones con empresas vinculadas a la familia Grifols. Según ha informado, la CNMV ha hallado «deficiencias relevantes» en «el detalle y la exactitud de los desgloses y notas explicativas que soportan las cifras de la información financiera en algunos ejercicios del periodo analizado» y en «la presentación las medidas alternativas del rendimiento, en particular el ebitda y la ratio deuda/ebitda».

«Estas deficiencias, si bien son complejas de valorar individualmente y por separado, en su conjunto deben considerarse significativas, en la medida que han dificultado en algunos ejercicios la capacidad de los inversores de entender adecuadamente la situación financiera, resultados y flujos de efectivo del emisor», concluye el regulador.

La consolidación de Haema y BPC

En primer lugar, la CNMV considera que Grifols sigue las normas internacionales de contabilidad al consolidar Haema y BPC, las dos empresas proveedoras de plasma que vendió a Scranton, el holding participado por los Grifols que posee un 8% de sus títulos, a diferencia de la opinión del fondo americano. Sin embargo, defiende que la multinacional de los hemoderivados «omitió de manera inadecuada los juicios profesionales y asunciones realizadas para concluir que ostentaba el control de Haema AG y BPC Plasma Inc. en los informes financieros anuales consolidados de los ejercicios 2022 y 2021, sin que eso afectara a la corrección del proceso de consolidación».

Sobre las polémicas operaciones vinculadas en las que Gotham ha puesto el foco, el organismo detecta transacciones «que no han sido debidamente desglosadas». Según la información adicional a sus informes financieros trasladada por Grifols al regulador, la farmacéutica obvió declarar transacciones con Scranton Plasma, Haema, Centurion Real State, todas ellas en manos de Scranton; así como la filial Grifols Worldwide Operation y la empresa de su presidente, Thomas Glanzmann, Glanzmann Ent, entre 2018 y 2022.

Operaciones vinculadas sin declarar

Estas operaciones suman 379 millones de euros en este periodo y se ejecutaron en concepto a prestaciones de servicios, anticipos, intereses en préstamos, créditos, y acuerdos de cash-pooling. Las operaciones se acentuaron especialmente en 2020 y 2021, cuando superaron los 100 millones de euros en ambos años, mientras que sumaron 94 millones de euros en 2022.

Por otro lado, el regulador pone el foco en una serie de operaciones a las que no se le otorga la consideración de ‘operación vinculada’, pese a cumplir con los requisitos. Por ejemplo, señala que en 2021 Grifols firmó con Scranton una opción de compra sobre el 100% de la entidad húngara Haema Plasma Kft. «Haema Plasma Kft no se consideró subsidiaria hasta 2022, una vez que la opción devino ejercitable, por lo cual en las cuentas anuales y en el IAGC de 2021 se deberían haber desglosado estas dos operaciones (otorgamiento de la opción de compra y compra de plasma) como realizadas con partes vinculadas, aunque no se desglosaron como tales», dice la entidad.

El ebitda ajustado

Por último, la CNMV asegura que Grifols calcula su ebitda ajustado «sin excluir los resultados atribuibles a las participaciones no controladas a la hora de explicar la ratio de apalancamiento financiero del grupo Grifols y su capacidad financiera para satisfacer la deuda, lo cual no es conforme con las obligaciones legales de reflejar información útil, relevante, objetiva y neutral».

Pese a todas estas «deficiencias», el regulador no cree Grifols deba reformular sus cuentas. Eso sí, pide a la farmacéutica que desglose toda la información en sus futuros informes tal y como le ha requerido, mientras que exige que publique en los próximos quince días «un detalle del ebitda y de las deudas financieras» de los últimos dos ejercicios, «de aquellas entidades más relevantes donde existan participaciones no controladas, al objeto de que un inversor pueda calcular la ratio de apalancamiento considerando, o excluyendo, el ebitda y la deuda que corresponde a la participación en sus dependientes».

Grifols ha emitido un comunicado tras la publicación del informe de la CNMV en el que se compromete a «mejorar su transparencia y a ampliar los desgloses de su información financiera siguiendo las recomendaciones del regulador».

Tormenta en bolsa

El análisis de la CNMV llega en medio de la peor crisis bursátil de la historia para la firma catalana. Tras la publicación del primer informe de Gotham, el precio de las acciones de Grifols se hundió en un 25% en un solo día y mantuvo la tendencia bajista durante días, después que la dirección del grupo no consiguiera recuperar la confianza de los mercados. Los títulos llegaron a anotar un valor un 40% inferior al alcanzado a principios de año, cuando la compañía cotizaba en más de 14 euros por acción y capitalizaba en 8.500 millones de euros.

Después del primer golpe, a lo largo del mes de enero y febrero la compañía consiguió frenar la sangría en bolsa, sobre todo después que la farmacéutica demandara a Gotham por difamación ante los tribunales de Estados Unidos. Con estos movimientos, Grifols recuperó buena parte de su valor en bolsa, llegando a rozar los 12 euros por acción.

Fue entonces cuando llegó la fatídica presentación de resultados, que hundió al grupo en mínimos no registrados desde 2012. La compañía presentó unas cuentas sin auditar, que no satisficieron a los mercados al registrar unos márgenes y unos niveles de deuda peores a los esperados. Además, un fallo comunicativo durante la conferencia con analistas dejó a los inversores pensando que la compañía no iba a generar caja este 2024. Al cierre de la sesión de ese 29 de febrero, Grifols cotizaba en 7,58 euros por acción.

La empresa consiguió amortiguar el golpe de forma puntual aclarando el aumento del cash flow previsto para este año y con la presentación de la auditoría de KPMG libre de salvedades. Sin embargo, Gotham City Research lanzó otro informe en el que acusa a la farmacéutica de prestar dinero a Scranton mediante un acuerdo de cash-pooling con BPC Plasma y Haema, a la vez que las principales agencias de rating rebajaron las calificaciones de la compañía, volviendo a dañar el valor en Bolsa.

Habrá que esperar a la apertura del mercado de este viernes para conocer la reacción de lo mercados al pronunciamiento de la CNMV.