Google aplasta al empresario catalán que le robó la marca
El gigante estadounidense gana en los tribunales el derecho de uso de la marca Googling, utilizada por una empresa de servicios con sede en Barcelona
El truco fue un clásico en los inicios de internet: un empresario local registraba una marca de una multinacional con tal de valerse de su renombre para hacer fama. Google, como casi todas lo sufrió. También en España, donde un tribunal internacional le acaba de devolver los derechos del nombre Googling, utilizado durante años por el ejecutivo Javier Bardají y su consultoría.
El WIPO Arbitration and Mediation Center de Singapur falló a favor del gigante estadounidense en una sentencia dictada por el experto Roberto Bianchi. En ella, reconoce el derecho a la tecnológica con sede en California a recuperar el uso de Googling de inmediato, utilizado por una sociedad que llegó a prestar servicios a empresas como Vueling y Privalia.
La empresa estaba especializada en la externalización de personal, y la mayor parte de su facturación procedía de la aerolínea filial de International Airlines Group, explican fuentes vinculadas al procedimiento. Ahora, la página desde la que operaba se encuentra inactiva.
El fallo del tribunal del registro mundial de marcas y patentes sentencia además que Bardají registró los dominios «de mala fe» debido al reconocimiento de la marca Google tanto en España como en el resto del planeta.
«El experto considera que se está usando de mala fe por el elevado riesgo de confusión y la proximidad entre los campos de actividad del demandado y Google», desgrana el mismo texto. Así, retorna los dominios <googling.barcelona>, <googlingbcn.com>, <googling.cat>, <googling.info>, <googling.net>, <googling.pro> y <googling.tech> a la multinacional estadounidense.
El historial de Google
Google cierra con más suerte esta visita a los tribunales. La última le supuso una dura sanción, pues la Comisión Europea (CE) le multó con 1.490 millones de euros por abusar de su posición de dominio en el mercado de la publicidad online a través de su servicio AdSense for Search. Fue la tercera vez que Bruselas inflige una sanción al gigante tecnológico en menos de dos años por incumplir normas comunitarias antimonopolio.
Aún así, se trata de la multa menos cuantiosa de las tres. Bruselas fijó la multa en el 1,29% de la facturación de Google en 2018, teniendo en cuenta «la duración y gravedad de la infracción».
En este caso la infracción se debió a que Google impuso «cláusulas restrictivas» en contratos con páginas web de terceros que impidieron a sus rivales emplazar en ellas sus propios anuncios relacionados con búsquedas.