Goodman invertirá 400 millones en adecuar los espacios logísticos de la antigua Nissan
El gigante inmobiliario espera empezar a captar operadores para ocupar el centro de la Zona Franca de Barcelona en 2024
Goodman empieza a desvelar sus planes para la antigua fábrica de Nissan de la Zona Franca. El gigante inmobiliario invertirá 400 millones de euros en habilitar los terrenos logísticos que tiene adjudicados en la inmensa nave barcelonesa, según Savills, la compañía de servicios inmobiliarios que, junto a CBRE, se encargará de comercializar los espacios.
La consultora aporta algún que otro detalle más a la primera aproximación hecha por el director de Goodman España, Ignacio García-Cuenca, a principios de mes en el fórum Barcelona New Economy Week (BNEW). El grupo australiano dividirá los espacios dedicados a la logística en tres proyectos de 100.000, 40.000 y 30.000 metros cuadrados, respectivamente.
El objetivo es que estas tres parcelas, como ya apuntó García-Cuenca, estén disponibles en el mercado a finales de 2024. El directivo aseguró que ya han entablado conversaciones con varios clientes, con la vista puesta a dar entrada a entre tres y cinco empresas, principalmente del sector logístico, tanto locales como internacionales, aunque tampoco cierran la puerta a alquilar metros cuadrados a retailers, empresas industriales o a instalar un centro de datos.
Goodman convertirá la antigua Nissan en un centro multinivel y, de hecho, el director del grupo en nuestro país ya indicó a principios de mes que en breve empezarían las obras para demoler los espacios que ya no se utilizarán, con el objetivo de iniciar a partir del año que viene la construcción de dos plantas en altura, para optimizar el uso del suelo.
En este sentido, Savills destaca que la salida al mercado de estos metros cuadrados “contribuirán a mejorar el desajuste entre la oferta y la demanda logística de la primera corona” de Barcelona, que actualmente solamente tiene una disponibilidad del 0,4%. El grupo australiano todavía no ha desvelado el precio al cual alquilará estas parcelas, pero sería muy improbable que las rentas fuera inferiores a la media de 8,5 euros por metro cuadrado de esta área, tan cotizada por su cercanía al puerto y al aeropuerto de Barcelona.
La antigua fábrica de la Zona Franca tiene alrededor de los 500.000 metros cuadrados. Tal y como se estipuló en el concurso público que acabó con la adjudicación de los terrenos a Goodman, más de 100.000 metros se dedicarán al uso logístico, mientras que los 400.000 restantes se realquilarán a su socio industrial, el D-hub, el consorcio de empresas encabezados por las ingenierías catalanas QEV y BTech que fabricarán vehículos eléctricos en las instalaciones de Nissan, para reindustrializar el centro tras la marcha del fabricante japonés.
100 millones para el D-hub
En este sentido, a los 400 millones de inversión en logística, Goodman sumará 100 millones de euros destinados a financiar la iniciativa automovilística. Eso sí, todo apunta a que ese dinero todavía no ha llegado: los sindicatos que representan a los exempleados de Nissan aseguraron hace unas semanas que todavía no se habían efectuado las inversiones, retrasando el inicio de la producción.
En este sentido, uno de los principales puntos que más precopa a administraciones públicas y colectivos sociales es la cantidad de empleos que se puedan generar en la fábrica. Goodman no está obligada a contratar extrabajadores de Nissan, pero, aun así, creará un importante volumen de empleo en el centro.
Todo dependerá del tipo de operadores que acaben entrando en las naves logísticas, pero, por norma general, un centro logístico convencional emplea a seis personas por cada 1.000 m2, mientras que en instalaciones más sofisticadas esta correlación puede llegar a multiplicarse. En cualquier caso, la inmobiliaria podría crear en Barcelona entre 800 y 3.500 puestos de trabajo.