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Tomás Muniesa, consejero de Criteria, asume la presidencia de CaixaBank tras la salida de Goirigolzarri
José Ignacio Goirigolzarri abandona el cargo a sus 70 años de forma voluntaria después de cumplir los objetivos trazados durante su mandato
CaixaBank ha anunciado el nombramiento de Tomás Muniesa como nuevo presidente del banco, quien asumirá el cargo a partir del próximo 1 de enero. Esta decisión fue aprobada por el consejo de administración y comunicada hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
José Ignacio Goirigolzarri dejará así de ser presidente de CaixaBank. Ha decidido no renovar su mandato y ha presentado formalmente su dimisión como presidente ejecutivo y consejero de la entidad, también efectiva a partir del próximo 1 de enero. Este cambio marca una transición importante en la estructura de la presidencia, ya que a partir de enero el puesto de presidente pasará a ser no ejecutivo.
A primera hora de la mañana, fuentes de la entidad bancaria confirmaron a ECONOMÍA DIGITAL que el sucesor sería Tomás Muniesa, único vicepresidente de CaixaBank y un veterano directivo con una sólida trayectoria en La Caixa.
Muniesa se incorporó al consejo de administración de CaixaBank en abril de 2018, ocupando un puesto dominical por propuesta de CriteriaCaixa, el ‘holding’ de la Fundación Bancaria La Caixa y principal accionista de la entidad, con una participación del 31,7%.
Además, ostenta un cargo similar en VidaCaixa y SegurCaixa Adeslas, esta última en sociedad con Mutua Madrileña.
Goirigolzarri ocupó el cargo en 2021
Goirigolzarri es presidente ejecutivo de CaixaBank desde 2021, cuando la entidad absorbió a Bankia, donde también ocupaba el cargo de presidente desde 2012. La integración de ambas entidades creó el mayor banco del mercado español.
Nacido en Bilbao en 1954 y licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Deusto, el todavía presidente comenzó su carrera bancaria con el ingreso en el Banco de Bilbao, germen del futuro BBVA, en 1977 en el área de planificación estratégica.
En 1992 fue nombrado director general del BBV y en 1994 se incorporó al comité de dirección de la entidad. Fue responsable de banca comercial en España y de las operaciones en América Latina.
Ya en 2001, tras la fusión entre BBV y Argentaria, fue nombrado director general de la nueva BBVA con responsabilidad sobre el negocio de banca minorista. En diciembre de 2001 fue designado consejero delegado del banco, puesto en el que permaneció hasta octubre de 2009.
En 2012 pasó a ser presidente de Bankia, tras la dimisión de Rodrigo Rato, donde ayudó a sanear la entidad después de que la entidad un rescate de unos 22.400 millones de euros. Con 70 años, el veterano banquero abandonaría así la primera línea de mando de la banca española