El Gobierno explora todas las vías para intervenir en la opa sobre Naturgy sin entrar en su capital

El Ejecutivo ya ha deslizado la idea de que no es un fin en sí mismo la entrada en la gasista, y que existen otros mecanismos para ejercer presión y control

Carlos Cuerpo

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo. EFE/ Rodrigo Jiménez

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El tsunami corporativo que se ha producido esta semana en Naturgy ha vuelto las cabezas hacia el Gobierno y cómo actuará. Los primeros mensajes oficiales confirman que habrá una defensa sobre los intereses de una compañía estratégica, pero también alejan la posibilidad de que exista la intención de entrar en el accionariado de la energética.

Según explican a ECONOMÍA DIGITAL en fuentes cercanas al Gobierno, las primeras declaraciones de los ministros Carlos Cuerpo y María Jesús Montero marcan la línea de actuación con el ‘caso Naturgy’.

En estos momentos, y a la espera de que se oficialice la operación, la intención es poner una serie de restricciones como se hizo en su momento con el fondo IFM cuando entro también en Naturgy, pero en este caso serían mucho más estrictas al tener el control total sobre la gasista.

Naturgy se considera una empresa estratégica. Eso implica que, si finalmente la compañía emiratí Taqa lanza una oferta sobre la empresa presidida por Francisco Reynés, el escudo antiopas se activará de forma inmediata. Y no solo eso, existen otros mecanismos previstos para garantizar que no exista una pérdida de control sobre las cuestiones que atañen a la gasista con el Estado español.

La ministra de Hacienda ha sostenido este jueves que el Gobierno está estudiando la situación. «Se trata de defender los intereses estratégicos de España en una empresa tan importante para un área protagonista en este momento como el área energética. Estamos intentando ver si hay otro tipo de inversores o de capital que pueda garantizar los intereses de España».

Según las fuentes consultadas, esta sería una de las claves en la operación. Aunque también asumen la complejidad de la situación. Existe el ejemplo cercano de Telefónica, donde se intentó que hubiera inversores españoles para contrarrestar la llegada de STC (4,9%), pero finalmente no se consiguió.

En el Ejecutivo son conscientes de ello, pero aun así no existe la intención de invertir en Naturgy. La cuestión económica no sería justificable, y tal y como ha publicado ECONOMÍA DIGITAL, la cuestión estética y la ‘agenda verde’ tampoco tiene defensa por parte del Gobierno.

Muchas vías de control

El responsable de la cartera de Economía ha dejado claro que el marco en el que se moverán será similar al acontecido con la fusión entre Orange y MásMóvil.

En ese caso se ha exigido a la compañía resultante unos compromisos de inversión, así como de retención del empleo, y todo bajo la supervisión previa del Consejo de Ministros.

Otras fuentes consultas también señalan que, en caso de que finalmente entrase Taqa y se impusieran restricciones adicionales, además queda el arma de la nueva Comisión Nacional de la Energía, que es el órgano encargado de la regulación que estaría encima de la compañía.

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Raúl Masa

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