Goldman Sachs augura una rebaja fiscal para la banca mientras el Gobierno valora la permanencia del impuestazo
El acuerdo entre PSOE y Sumar incluye la permanencia de impuesto extraordinario a determinados bancos puesto que "la situación sigue siendo excepcional"
La banca podría tener una rebaja impositiva de cara a los dos próximos ejercicios. Aunque la idea de que el Gobierno haga permanente el denominado ‘impuestazo’ a los grandes bancos y energéticas del país ha cogido más forma, Goldman Sachs indica en un informe publicado recientemente que espera «una reducción significativa de los gravámenes bancarios«.
Tal y como explica el banco de inversión en dicho informe, se espera que para 2024 y 2025 haya una reducción «significativa» de las tasas bancarias, que, como exponen distintas fuentes financieras a este diario, «no tienen por qué estar vinculadas únicamente a los impuestos«. El mercado espera que para el año que viene decrezcan las contribuciones que los bancos tienen que hacer al Fondo de Garantía de Depósitos y al Fondo Europeo de Resolución. Aunque, hasta la fecha, todo son hipótesis, Goldman Sachs sí que espera que la banca afronte un 2024 con una menor carga fiscal.
La banca, ante la posible permanencia del tributo extraordinario
El banco de inversión norteamericano contempla dicha reducción en un momento en el que los acuerdos firmados por el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con su principal socio, Sumar, incluye la revisión y permanencia del tributo extraordinario a la banca, el cual ha sido objeto de críticas por parte de los principales banqueros del país. De hecho, Goldman Sachs destacó en un informe publicado a mediados de noviembre que preveía que el nuevo Gobierno prolongase el ‘impuestazo’.
El gravamen extraordinario se extendía en un inicio a los ejercicios 2022 y 2023, con un tipo impositivo del 4,8% sobre los ingresos de las entidades, hecho criticado y que carece de sentido, según los directivos de los bancos ‘afectados’. Gonzalo Gortázar, CEO de Caixabank, María Dolores Dancausa (Bankinter) o Héctor Grisi (CEO de Banco Santander), son solo algunos de los directivos que han tildado a dicho gravamen de «injusto», «discriminatorio» y que resta competitividad a los bancos españoles frente a sus homólogos, tanto nacionales, como internacionales.
Con la instauración del nuevo Ejecutivo, y atendiendo a que, entre los distintos acuerdos firmados por Sánchez, la ampliación del impuesto a los bancos y a las energéticas tiene un rol principal, es probable que para cuando acabe la vigencia del actual tributo extraordinario, el Gobierno añada o modifique distintos aspectos, entre ellos, su temporalidad.
Los banqueros piden «menos intervencionismo»
Goldman Sachs, que en el informe publicado a mediados de esta semana no comenta nada acerca de este gravamen, sí que prevé que la banca española afronte un 2024 y un 2025 con algo menos de presión impositiva. De darse este hecho, se cumpliría con una de las peticiones que banqueros como Gortázar o Dancausa han hecho en los últimos meses.
Sin ir más lejos, ambos CEOs acudieron al encuentro financiero organizado por el diario ABC y Deloitte, y en sus respectivas ponencias explicaron que el sector bancario debe gozar de más tranquilidad y de menos intervencionismo. «Hay que reducir los riesgos normativos. Estamos viviendo unos cambios que, desde el punto de vista de la tributación, generan volatilidad e incertidumbre», apuntó el CEO de Caixabank.
Por su parte, la consejera delegada de Bankinter hiló la posibilidad de que lleguen menos inversores a España con «los cambios de las reglas de juego» que el sector viene experimentando. Dancausa explicó que es «lógico que los inversores busquen otros mercados» por «los niveles de intervención» y la «menor capacidad de decisión» de las empresas.
Estas quejas están alineadas con las que han emitido el resto de los banqueros de las entidades ‘afectadas’, quienes desde la aprobación del gravamen han transmitido su disconformidad. El propio Gortázar explicó en la última rueda de prensa de resultados de Caixabank que gravar más al sector «era pegarse un tiro en el pie». Otros, como Héctor Grisi o Onur Genç mantuvieron la misma postura que ya han mostrado en anteriores ocasiones: el gravamen es «injusto» y «discriminatorio».
Está por ver si el nuevo Gobierno alarga, o hace permanente, el actual gravamen extraordinario a la banca. Por lo pronto, Goldman Sachs sí que prevé un 2024 y un 2025 algo más desahogado en términos fiscales para las entidades del sector. Ahora bien, esa descongestión no tendría por qué darse solo sobre impuestos.