General Motors anuncia despidos masivos y cierre temporal de fábricas: comienza una nueva reestructuración global
La compañía del sector del automóvil justifica la decisión por la escasa demanda de vehículos
General Motors suspenderá la producción en una de sus plantas de montaje en Canadá, una decisión que acarreará el despido de centenares de los empleados que trabajan en esta factoría. Una vez la planta reanude su actividad, el fabricante del sector del automóvil prevé recortar la producción a la mitad, por lo que medio millar de empleados perderán su puesto de trabajo.
La fábrica emplazada en la localidad de Ingersoll, empleaba hasta la fecha a 1.200 personas y producía dos modelos de la furgoneta eléctrica Chevrolet BrigthDrop.
Crisis en General Motors
La compañía ha atribuido la decisión a la modernización de la factoría y la escasa demanda de vehículos. En este sentido, ha recordado que en el transcurso del año pasado las ventas del vehículo rozaron las 2.000, de las cuales 1.529 correspondieron a Estados Unidos y 427 a Canadá.
Sin embargo, el sindicato Unifor ha vinculado los despidos a la política arancelaria impulsada por la administración encabezada por Donald Trump la decisión de GM con la guerra comercial lanzada por el presidente estadounidense, Donald Trump, contra Canadá y otros países.
«Estados Unidos está creando una crisis en el sector», ha advertido el colectivo de trabajadores, quien también ha alertado que «su rechazo a la tecnología de vehículos eléctricos están perturbando la inversión y paralizando las proyecciones de futuros pedidos».
No se debe perder de vista que el país norteamericano ha impuesto aranceles del 25% a los vehículos producidos en Canadá que no están incluidos en el tratado T-MEC.
Menos ganancias
La decisión llega después de que General Motors haya dado a conocer que recortó su beneficio neto cerca de un 41% en 2024, al situarse en los 6.008 millones de dólares, una cifra que equivale a unos 5.760 millones de euros.
El principal motivo esgrimido por la compañía estadounidense para explicar este retroceso no es otro que el abandono del programa de robotaxis de Cruise, su unidad de coches autónomos, a raíz de sus costes y el incierto futuro de los vehículos autónomos.
El descenso en el beneficio neto contrasta con las ventas anuales obtenidas por el fabricante de Detroit, que se elevaron más de un 9% respecto el año anterior hasta rozar los 180.000 millones de euros, y su posicionamiento a la cabeza del sector del automóvil estadounidense, donde cuenta con una cuota de mercado superior al 16%.
En relación con las previsiones para este año, la firma norteamericana espera que el beneficio de explotación oscile entre los 13.700 y los 15.700 millones de dólares. No obstante, ha condicionado la consecución de estos resultados a la política comercial y arancelaria impulsada por la administración encabezada por Donald Trump.
Sucesión de despidos
No se debe perder de vista que General Motors ya despidió en noviembre del año pasado a cerca de un millar de trabajadores en el marco de un plan de ajuste con el objetivo de recortar costes y «realinear» sus prioridades.
La decisión afectó a todas las divisiones de la compañía, si bien la mayor parte de los afectados trabajaban en el centro técnico global del fabricante en Michigan a las afueras de Detroit.
Los despidos se debieron a la reorganización en la que se sumió el fabricante para prepararse frente al desarrollo de los nuevos modelos eléctricos y tecnología de conducción autónoma.
De hecho, el pasado verano la compañía ya recortó más de un millar de puestos de trabajo en las divisiones de software y servicios informáticos de General Motors que se puso en marcha en agosto.