Garamendi (CEOE) pide al Gobierno que no interfiera en las negociaciones entre empresarios y sindicatos
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, reclama al Ejecutivo que les dejen "tranquilos" y lamenta que cuando la política se inmiscuye en las conversaciones "desbarran acuerdos"
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha emplazado al Gobierno a no inmiscuirse en las negociaciones que están manteniendo los empresarios con los sindicatos. «Sería muy bueno que nos dejasen tranquilos porque a veces cuando se mete la política por medio nos desbarran acuerdos«, ha lamentado.
La negativa por parte del Ejecutivo a modificar el impuesto a la banca también ha propiciado las críticas del líder de los empresarios, que ha afeado que se haya sacado de la manga el gravamen «porqué sí» y ha enfatizado que «no tienen ningún sentido». Después de opinar que se trata de un tributo «inconstitucional», ha vuelto a reclamar su retirada.
«Hay ciertos impuestos que no se van a entender en los mercados», ha recalcado en alusión al impuesto extraordinario a las compañías energéticas y a las entidades financieras. En este punto, ha aprovechado para remarcar que, a su juicio, los bancos deben «ganar dinero para ganar el futuro y para repartir a sus accionistas».
Garamendi reclama «estabilidad»
Tras remarcar la importancia de trabajar «con independencia, sentido de Estado y lealtad institucional», ha pedido contar con un «único gobierno» como interlocutor «sin tener que ir a convencer a la otra parte» del Ejecutivo. «No soy un relator», ha dejado bien claro. «Los insultos, romper la sociedad no lleva a ningún sitio», ha destacado antes de expresar su preocupación por que se cuestione la separación de poderes.
Si bien ha reconocido que España es un país «diverso», ha recalcado que la Constitución enfatiza que todos los españoles son iguales ante la ley y tienen los mismos derechos en todos los territorios. «Cuando se toman decisiones políticas, nunca hay una reacción inmediata, pero al final se ve», ha opinado en alusión a la aprobación de la tramitación de la Ley de Amnistía, para acabar pidiendo «estabilidad».
Subida del SMI
Otro de los asuntos que ha copado un grueso considerable de las palabras de Garamendi ha sido la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). «El problema no es el porcentaje», ha destacado para después subrayar que es lo que tiene intención de concretar la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
A la vez, ha recriminado a la vicepresidenta segunda del Gobierno que se olvide de cuestiones como «la España vaciada, el absentismo laboral, la productividad o la competitividad». En este sentido, ha criticado que se piense en grandes ciudades como Madrid o Bilbao para subir el SMI pero no en pequeños pueblos, por lo que ha emplazado al Gobierno a tener en cuenta los distintos territorios.
Garamendi también ha querido poner el foco sobre la necesidad de abordar el desfase entre el desempleo y las vacantes sin cubrir. Según ha recordado, en el país hay tres millones de personas en situación de desempleo, a pesar de que falta personal en sectores como la hostelería, donde faltan 100.000 trabajadores. «Es una obligación de todos», ha zanjado.