Siemens-Gamesa asegura que no hará despidos en España y espera equilibrar el negocio en 2026    

Mensaje de tranquilidad para los 5.000 trabajadores de Siemens-Gamesa en España. La compañía ha asegurado hoy martes que no habrá cierre de plantas ni despidos, y que cuenta cuenta con un plan para equilibrar el negocio en 2026, tras haber registrado su matriz Siemens Energy pérdidas históricas de 4.588 millones de euros.

Así lo ha confirmado el consejero delegado de la compañía alemana, Christian Bruch, el día en el que ha explicado en qué consiste el plan estratégico de la compañía para los próximos años. Reducir costes y solucionar los problemas de los aerogeneradores para atender pedidos lo antes posible son ahora las prioridades para la multinacional, «pero en ningún caso el cierre de sedes o despidos», tal y como ha declarado la empresa a Economía Digital.

La compañía “cuenta con un plan claro para devolver la rentabilidad a Siemens Gamesa solucionando los problemas de calidad en onshore e impulsando el crecimiento en offshore”, ha destacado.

Las declaraciones de los ejecutivos de Siemens Gamesa de hoy martes van en sintonía con las realizadas la semana pasada en la presentación de resultados de Siemens Energy, cuando Bruch dijo que los despidos o el cierre de sedes no estaban encima de la mesa y que no se habían contemplado.

La empresa se ha fijado el objetivo de «reducir nuestros costes estructurales en 400 millones hasta 2026 y esto es parte del plan para seguir un camino positivo», tal y como ha explicado el CEO de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt.

Pese al dato, esta noticia ha sido recibida con “alegría contenida” por el comité de empresa que pedirá una reunión con la compañía para que les explique al detalle el plan estratégico a seguir en España.

De hecho, mantener el empleo era una de las condiciones que pedían al estado para la cesión de ayudas a Gamesa por parte del ejecutivo, que todavía están en una fase muy prematura de negociación.

Hoja de ruta clara para Gamesa

El Consejo de Administración ha presentado una ruta para generar valor a los accionistas a través de tres prioridades: lograr un crecimiento rentable, estabilizar el negocio eólico y mantener una base financiera sólida.

El cambio de rumbo de Siemens Gamesa sigue siendo nuestra máxima prioridad y ahora tenemos un camino definido

Christian Bruch, CEO de Siemens-Energy

Christian Bruch ha reconocido estar logrando “resultados consistentes e impresionantes en el 70% de nuestros negocios. El cambio de rumbo de Siemens Gamesa sigue siendo nuestra máxima prioridad y ahora tenemos un camino definido y un plan de acción para alcanzar el punto de equilibrio (break-even) en el negocio eólico para el año fiscal 2026 y volver a la rentabilidad a partir de entonces”.

A través de una revisión técnica en onshore se han identificado las deficiencias con mayor impacto en esta área de negocio y se están preparando medidas correctivas.

Jochen Eickholt, ha marcado cinco pasos que tendrá que seguir el grupo: garantizar la calidad del producto; buscar mercados atractivos; reducir costes; tratar de alcanzar el nivel de rentabilidad previsto; y garantizar la entrada de pedidos y alcanzar la excelencia para ejecutar los proyectos con mayor rentabilidad.

La compañía subraya que la demanda de electricidad se duplicará entre 2022 y 2050. «En 2050, la capacidad mundial conectada a la red a partir de fuentes renovables será seis veces superior», indica. El mercado «está empezando a ver la tracción de los programas gubernamentales de inversión en descarbonización y de marcos regulatorios favorables como el eólico de la Unión Europea», añade.

Pendientes de las ayudas del Gobierno

Con el recate del Gobierno alemán ya confirmado, ahora es momento de ver como se articulan las garantías por importe de 3.000 millones de euros en los que además de España, participarán el resto de países afectados por la crisis generada por la división eólica.

Desde el Ministerio de Industria insisten en que la negociación de estas ayudas está en un momento muy inicial, por lo que todavía no pueden precisar fechas o cifras. Los sindicatos confían en que las ayudas comprometidas se destinen al mantenimiento del empleo.