Galán (Iberdrola) advierte sobre la necesidad de la energía nuclear para la competitividad en Europa

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha subrayado durante su intervención en el Foro Económico Mundial en Davos que la solución a la competitividad en Europa «no puede venir del gas». Galán ha defendido el papel «crucial» de la energía nuclear para satisfacer la creciente demanda y responder a nuevos usos de la electricidad, en un contexto donde el impulso por el hidrógeno verde parece haberse debilitado.

Durante la discusión, el directivo español aseguró que sería beneficioso para los países que tengan la capacidad de inversión, construir nuevas plantas nucleares y mantener en funcionamiento las existentes. «No sé si es el momento de construir una nueva central nuclear o no», comentó, resaltando que “países como Francia pueden hacerlo”.

Galán destacó la necesidad de mantener las plantas nucleares operativas, al considerarlas seguras y eficientes, esenciales para garantizar el suministro energético continuo, especialmente para demandantes constantes como los centros de datos.

El presidente de Iberdrola también hizo hincapié en la importancia de que Europa busque mayor autonomía energética, señalando que el continente cuenta con recursos como energía eólica, hidroeléctrica y nuclear, mientras que su acceso a gas y petróleo es limitado.

«La competitividad de la Unión Europea se verá fortalecida por esta autonomía energética, pero debemos ser claros: el gas no es la solución», afirmó Galán.

El hidrógeno verde y la electrificación: un camino incierto

Por otro lado, Galán observó que el impulso hacia el hidrógeno está disminuyendo, a pesar del interés inicial de las empresas en invertir en este sector. A su juicio, la diversificación en la categorización del hidrógeno, como el verde, gris, azul y rosa, ha creado confusión y puede haber frenado el avance en esta nueva fuente de energía.

El líder de Iberdrola lamentó que, aunque Europa haya tomado la iniciativa en la economía verde, está rezagada en comparación con países como China, donde el 30% de la economía ya está electrificada. «Podemos electrificarnos fácilmente y mejorar la eficiencia, lo que se traduce en menores costes», concluyó Galán, instando a la adopción inmediata de diversas soluciones energéticas.