La fusión de Telefónica e Indra: el sueño del PSOE para crear un campeón nacional de 26.000 millones

El golpe sobre el tablero del Gobierno en Telefónica inicia una nueva etapa en la compañía y deja abierta la puerta a un antiguo proyecto: la fusión con Indra. El resultado daría lugar a un ‘campeón nacional’ tecnológico con fuerte presencia del Estado y de gran importancia en el sector de defensa.

Es una opción compleja por la actual situación accionarial, las diferencias entre buena parte de sus negocios y los permisos regulatorios correspondientes, pero es una operación que está sobre la mesa y puede llegar a darse en el medio y largo plazo.

Con los precios actuales, el gigante resultante de la fusión rondaría los 26.000 millones de euros de capitalización en el mercado, con los más de 22.500 millones que vale Telefónica y los 3.200 de Indra.

El proyecto supondría cumplir uno de los antiguos deseos del PSOE, cuando gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero con Miguel Sebastián como ministro de Industria entre los años 2008 y 2011.

Sebastián, actualmente consejero independiente de Indra, sustituyó por aquel entonces a Joan Clos en el ministerio, quien contaba con Marc Murtra como jefe de gabinete, tras haber dirigido Red.es y liderado varias áreas en el Ayuntamiento de Barcelona.

Como se observa, las conexiones entre ambas compañías y la formación socialista vienen de lejos y ahora se intensifican. No obstante, fue durante el Gobierno de Mariano Rajoy cuando Telefónica llegó a alcanzar una participación de relevancia (6%) en el capital de Indra, que más tarde reduciría por debajo del 3% necesario para que la CNMV lo notifique.

Moncloa también baraja comprar Minsait y reforzar a Indra en defensa

Asimismo, tanto Telefónica como Indra comparten una característica común, pues ambas compañías son importantes contratistas del Ministerio de Defensa.

Dos empresas estratégicas en un sector crítico, situación por la que la cartera que dirige Margarita Robles tuvo que dar el visto bueno final a la entrada de la saudí STC en el capital de Telefónica.

Pero esta es una de las opciones más ambiciosas y a la vez complicadas por todo lo que implica, por lo que hay otras posibilidades que el Ejecutivo valora.

Así, algo que se baraja en Moncloa es la integrar en Telefónica toda la parte tecnológica de Indra, especialmente Minsait, y reforzar a la segunda en el ámbito de la defensa, con la familia Escribano al frente de la estrategia, aportando su gran experiencia en el sector.

En esta línea, el Gobierno podría autorizar a Escribano para ejecutar un plan de adquisiciones con nombres que han sonado en los últimos meses como a ITP Aero, Tess Defence e incluso el negocio satelital de Red Eléctrica, Hispasat.

Cabe destacar que Indra ya tiene ya activada la venta del negocio de pagos de Minsait, para la que aún no ha conseguido un comprador que pague el precio que están pidiendo por esta filial.

En cualquier caso, la operación corporativa perpetrada en los últimos días, a falta de culminarse en la próxima junta de accionistas, indica que el camino de Telefónica será muy diferente al que ha llevado hasta ahora.

La renovación del consejo de Telefónica y el encaje de STC

Más allá de los grandes planes del Gobierno con las empresas estratégicas en las que está presente, Telefónica deberá afrontar la renovación de su consejo de administración próximamente.

Con la salida de Álvarez-Pallete y su nuevo sustituto, la compañía tiene que dar un sillón a la operadora STC, propiedad de Public Investment Fund, el fondo soberano de Arabia Saudí en manos de la familia real del país.

El Ejecutivo ya ha dado el visto bueno a la compra del 5% que le faltaba para hacerse con un 9,97% de Telefónica y sólo queda que la firma saudí ejecute la operación. STC ha pedido un asiento en el consejo que, previsiblemente, entrará por el del fallecido Javier Echenique.

La teleco también tendrá que cumplir con la Ley de Paridad de cara a este verano para contar con al menos un 40% de mujeres en el consejo de administración (actualmente es un 33%), así como con las recomendaciones de buen gobierno de la CNMV para mantener el equilibrio de consejeros independientes.