La fusión Orange-MásMóvil revoluciona el sector para generar la misma incertidumbre sobre precios y competencia
La Comisión Europea debía utilizar esta fusión para mostrar el camino a todo el sector; y finalmente se ha generado más incertidumbre de la que existía
Orange España y MásMóvil están contentos. Sus principales directivos han reaccionado de forma efusiva tras el ‘ok’ de la Comisión Europea para ejecutar su fusión. El resto del sector guarda con mucho recelo qué supondrá esta consolidación. Y lo más importante: ¿servirá para algo?
Los consumidores salen ganando con esta fusión. Así lo reflejan desde Bruselas. Aseguran que su intervención poniendo condiciones ha garantizado que los precios no suban un 10%. Fuentes del sector explican a ECONOMÍA DIGITAL que parece poco probable que con estas u otras medidas los precios fuesen a cambiar. Sin embargo, el escenario real de competencia no mejora.
¿Cómo van a bajar los precios si no se ha mejorado la competencia? No es contradictorio. Los ‘remedies’ que llegan a Digi de la fusión van a resultar escasos para que el operador de origen rumano pueda competir con Telefónica, Orange-MásMóvil y Vodafone. Los analistas así lo entienden.
Pero eso no significa que Digi no vaya a seguir forzando sus tarifas a la baja para ganar clientes. No tiene otra opción. Aunque eso lo hará a coste de erosionar sus márgenes y elevar su deuda.
El mismo camino que deberá recorrer Vodafone. Su nuevo dueño, el fondo británico Zegona, ya ha dejado claro que hay que aumentar la agresividad comercial. Otro ejemplo de que habrá precios bajos, y que se ofrece una falsa sensación de competencia.
La propia comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, insiste en que esta fusión mantiene activa la competencia. El reciente informe de Barclays, y que expertos del sector respaldan, deja claro que Digi no podrá tener un negocio móvil en condiciones para poder competir. De nuevo surge la contradicción: habrá precios bajos, pero no porque aumente la competencia.
Una fusión; muchas incertidumbres
Tras la fusión quedarán tres operadores con red móvil, y un cuarto, Digi, que tiene espectro pero no infraestructura. Eso condiciona su despliegue. Aunque el operador de origen rumano sí está trabajando en el segmento fijo con importantes despliegues.
¿Por qué Bruselas no se ha preocupado por el negocio fijo? ¿Por qué tampoco ha puesto mayor énfasis en cómo queda el mercado mayorista en este segmento?
En el largo proceso de validación de la operación, la Comisión manifestó que el negocio mayorista no lo veía problemático. Según publicó ECONOMÍA DIGITAL, desde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tenían otra visión. Todo el poder quedará en manos de dos compañías.
Todos estos mensajes son confusos. La Comisión Europea ha perdido una oportunidad de sentar las bases del mercado de las telecomunicaciones en la Unión, y determinar cómo serían los procesos del futuro.
El resultado ha sido reducir la competencia dentro del sector, y que la pelea se produzca con la erosión de márgenes para las compañías si quieren mantener su base de clientes.