Los funcionarios de Muface en apuros: se están quedando sin citas médicas

MUFACE está viviendo uno de sus peores momentos, una crisis que ya está afectando a miles de funcionarios, quienes están viendo como se están quedando sin citas médicas. Los problemas de rentabilidad han provocado que Adeslas y DKV se hayan salido del concierto después de muchos años de colaboración.

Para aquellos que todavía no lo sepan, MUFACE es el acrónimo de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado, una entidad española que ofrece servicios de asistencia sanitaria a los funcionarios de carrera de la Administración General del Estado y a otros colectivos asimilados, así como a sus familiares más cercanos.

Hasta ahora, todos los mutualistas tenían la posibilidad de acudir a asistencia sanitaria privada, en colaboración con las empresas de seguros. De esta manera, el sistema de sanidad público no estaría tan saturado, pues el colectivo de funcionarios en España es de casi 3 millones de personas, sin contar a sus familiares.

El problema es que, con la salida de Adeslas y DKV confirmada y las dudas de Asisa, los mutualistas empiezan a tener problemas con MUFACE. Desde el Gobierno subieron la primera cifra anunciada para tratar de mantener el acuerdo con Adeslas y DKV, pero ambas aseguradoras ya han confirmado que dejarán de dar servicio en un plazo de tres meses. El resto tienen hasta el 15 de enero para tomar una decisión.

MUFACE en horas bajas: problemas para los funcionarios

La retirada de Adeslas ha sido una de las peores noticias para los casi tres millones de mutualistas. Esta acaparaba casi el 50% de los servicios, ya que es una de las aseguradoras principales del país. Sin ninguna solución por el momento, encontrar cita para este colectivo se está convirtiendo en misión imposible. Muchos están optando por confiar en la sanidad pública.

¿Cuál es el problema? La sanidad pública se encuentra en un momento complicado también, teniendo una gran saturación. En Comunidades Autónomas como Madrid ya se han empezado a notar las consecuencias de MUFACE. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, considera que es importante mantener el servicio para no perjudicar a la sanidad pública.

Cuando hablamos de sanidad privada nos referimos a aquellos centros en los que hay que pagar por acudir o contar con un seguro que puedes contratar pagando una cuota mensual o anual. En este caso, los trabajadores públicos tienen derecho a un seguro privado que entra por contrato y que ahora está en peligro por las primas ofrecidas.

De hecho, tanto DKV como Adeslas explican que en los últimos años los costes por paciente ha aumentado mucho más en comparación con la prima, provocando pérdidas millonarias. De hecho, la última en anunciar su retirada de MUFACE, DKV, explicó en un comunicado que habían perdido 70 millones de euros en el último concierto, pero que esperaban que la cifra aumentara hasta los 100 millones.

¿Qué pasará con MUFACE?

Con la salida de Adeslas, y la reciente retirada de DKV, la viabilidad queda en manos de Asisa, que se perfila como la única aseguradora que podría asumir el servicio. Pero, en este momento, su participación aún no está confirmada y existe preocupación sobre si una sola empresa podrá cubrir todas las necesidades de todos los funcionarios.

En caso de que ninguna aseguradora asuma el concierto, los mutualistas podrían ser transferidos al Sistema Nacional de Salud, lo que implicaría que las comunidades autónomas tendrían que absorber a estos nuevos pacientes y sufrir todavía más saturación, aumentando las listas de espera y afectando la calidad de la atención sanitaria.