Florentino Pérez (ACS) y Entrecanales (Acciona), cara y cruz del Ibex ante la llegada de Trump

ACS, presidida por Florentino Pérez, Ferrovial y Santander están bien posicionados en Estados Unidos para aprovechar la nueva era Trump. Acciona y BBVA, los grandes perdedores.

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El grupo ACS, presidido por Florentino Pérez, y Acciona, controlada por la familia Entrecanales, representan la cara y la cruz del Ibex ante la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, que toma hoy posesión como 47º presidente de Estados Unidos.

Entre las mayores cotizadas españolas hay previsibles perdedores y ganadores en la nueva era Trump que ahora se inicia.

Los aranceles, el valor del dólar frente al euro, la desconfianza hacia la lucha contra el cambio climático, o la reducción de intercambios comerciales con países como México afectarán inevitablemente al negocio de las multinacionales españolas.

Entre los aparentemente ganadores del Ibex con Trump se encuentran, además de ACS, el grupo Ferrovial y Santander.

Entre los perdedores, además de Acciona, estarían otras compañías energéticas con fuertes inversiones en renovables, y también BBVA, por su fuerte exposición a México.

ACS culminó el viernes la fusión de dos filiales en EEUU creando la «segunda mayor empresa de ingeniería civil y construcción de Norteamérica»

El valor en Bolsa de Acciona se desplomó un 8% a principios del pasado mes de noviembre, cuando se conocieron los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y la victoria inapelable de Trump.

La multinacional española presidida por José Manuel Entrecanales lideró las caídas del Ibex ese día, por su presencia en el mercado de las renovables en Estados Unidos.

Florentino Pérez, presidente de ACS, José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, y Baldomero Falcones, presidente de FCC en el año 2009. EFE

Frente a las burlas que Trump ha hecho sobre la lucha contra el cambio climático y su apuesta por los combustibles fósiles y las perforaciones petrolíferas, Acciona se presenta en el país como «uno de los principales actores de la transición energética en Estados Unidos«.

«El equipo de Acciona en EEUU está involucrado en todos los aspectos de las energías renovables, incluyendo la financiación, construcción y desarrollo operativo de proyectos, así como la comercialización de energía», dice el grupo español en su web en Estados Unidos.

La compañía controlada por los Entrecanales, con más de veinte años en el mercado estadounidense y una cartera de 2,8 gigavatios (GW) instalados en Norteamérica, se define como «la mayor utility del mundo sin legado de combustibles fósiles».

Toda una declaración de intenciones que posiblemente explique la caída en Bolsa sufrida con motivo de la victoria de Trump.

Molinos de Acciona en Estados Unidos. ACCIONA

Por contra, alejado de la industria energética, una asociación integrada por las españolas Acciona y ACS y la francesa Meridiam fue elegida el pasado año por el Departamento de Transportes del estado de Georgia para construir y explotar los carriles rápidos de una autopista de peaje a su paso por la ciudad de Atlanta, un proyecto valorado en cerca de 4.200 millones de euros.

Florentino en EE UU

La constructora presidida por Florentino Pérez se ha hecho hueco en el competitivo mercado estadounidense, logrando mes tras mes contratos multimillonarios para construir estadios, centros de datos, autopistas, presas de agua…

Estados Unidos es con diferencia el mercado en el que ACS logra mayores ingresos.

En la primera mitad de 2024, el grupo registró una cifra de ventas en el país de 10.729 millones de euros, un 13,2% más que en el mismo periodo del año anterior, su primer mercado, por delante del australiano, con 3.726 millones de negocio.

El viernes pasado ACS anunció el fin del proceso de integración de dos de sus filiales en Estados Unidos, Flatiron y Dragados North America, dando lugar a «la segunda mayor empresa de ingeniería civil y construcción de Norteamérica«.

La nueva filial estadounidense de ACS, denominada Flatiron Dragados y participada en un 61,8% por Dragados y en un 38,2% por Hochtief, está presente en 24 estados de EE UU y en ocho provincias canadienses. Cuenta al inicio de 2025 con una cartera de pedidos de 18.500 millones de dólares.

Al cierre del primer semestre del año pasado, el mercado norteamericano representaba cerca de la mitad del volumen total de la cartera de ACS, con 41.962 millones de euros.

Proyecto de helipuerto en Nueva York de ACS. ACS

Turner, otra filial de ACS en Estados Unidos, terminó la primera mitad de 2024 con contratos tan valiosos como la construcción de un campus de centro de datos para Meta en Indiana; un estadio para la Universidad de Northwestern; o centros de datos con un volumen de contratación total de 3.600 millones de dólares.

El grupo de Florentino Pérez participa también en proyectos alternativos en el país, como en la industria de coches sin conductor.

A finales de 2024, a través de Skyports, la multinacional española fue seleccionada como adjudicataria del contrato de operación del helipuerto del centro de Manhattan por la Corporación de Desarrollo Económico de la Ciudad de Nueva York, que supondrá «en «la transformación del helipuerto en un centro logístico y de transporte sostenible».

En la otra cara de la moneda, además de Acciona, se encuentra BBVA.

El segundo mayor banco español tiene en México su primer mercado, el país en el que logra mayores beneficios, amenazado ahora por la política exterior de Trump. El banco presidido por Carlos Torres admite que la llegada de Trump puede afectar a su negocio negativamente.

BBVA cuenta en México con 30 millones de clientes; del beneficio récord de 8.019 millones del ejercicio 2023 conseguido por el banco español, el mercado mexicano supuso el 66,6%, sin considerar el Centro Corporativo de España. Si la economía mexicana se resiente con la presidencia de Trump, también lo hará el negocio de BBVA.

Trump, Santander y Ferrovial

Junto a ACS, otras dos multinacionales españolas que en los últimos años han apostado por el mercado estadounidense y que previsiblemente saldrán beneficiados en la nueva era Trump son Santander y Ferrovial.

El primer banco español y la constructora de la familia Del Pino están ahora listas para competir en el mercado estadounidense tras haber consolidado su presencia en el país, no sin pocos sacrificios.

Ana Botín junto al consejero delegado Héctor Grisi, en el lanzamiento de Openbank en EE UU, el pasado mes de octubre. SANTANDER.

Santander inició hace una década la integración de sus negocios en Estados Unidos, bajo Santander Holdings USA. El proceso le supuso al banco presidido por Ana Botín suspender en tres ocasiones los test de estrés de la Reserva Federal y retrasar la presentación de sus resultados en 2016.

Al término de los primeros nueve meses de 2021, Estados Unidos se convirtió por vez primera en el mercado que más beneficios generó a Santander, cerca de 6.000 millones.

En la actualidad, Santander emplea a más de 17.000 personas en Estados Unidos, donde cuenta con más de cinco millones de clientes y activos valorados en 147.000 millones de dólares, según la web del grupo.

El banco español opera en el país con el holding SHUSA como matriz de seis filiales, Santander Bank; Santander Consumer USA Holdings; Banco Santander International de Miami; Banco Santander Puerto Rico; Santander Securities de Boston; y Santander Investment Securities de Nueva York. El pasado mes de octubre Santander lanzó en Estados Unidos su filial digital, Openbank.

También Ferrovial se ha asentado en el mercado estadounidense, con proyectos en marcha tan emblemáticos como la nueva terminal del aeropuerto JFK de Nueva York.

Rafael del Pino, presidente de Ferrovial. Foto EFE-Javier Lizón

El grupo presidido por Rafael del Pino comenzó a cotizar en el Nasdaq el pasado 9 de mayo, después de haber decidido trasladar su sede social de Madrid a Ámsterdam en busca de una mayor visibilidad en el mercado estadounidense.

La decisión de trasladar la sede puso a la familia Del Pino, una de las mayores fortunas del país, bajo presión gubernamental y con amenazas veladas de represalias fiscales.

En los nueve primeros meses del pasado ejercicio, Ferrovial alcanzó ventas por importe de 6.643 millones de euros, un 6,2% más, y un Ebitda ajustado superior a los 1.000 millones, un 50% más. La cartera de pedidos del negocio de construcción del grupo español se situó en los 15.586 millones de euros, la mitad en Norteamérica.

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