Cuatro fallos que debes evitar en la organización de tu boda, según CaixaBank

Organizar una boda es emocionante, pero también conlleva un desafío financiero importante. Desde el lugar de la ceremonia y la música hasta el banquete y la cantidad de invitados, entre otras cuestiones, cada elección debe tomarse con la mayor seriedad posible.

Definir cuánto se puede gastar y priorizar lo que realmente importa es clave para evitar gastos innecesarios. Comparar proveedores, ser flexibles con las fechas y optar por detalles personalizados puede ayudar a optimizar los recursos.

El objetivo es crear una experiencia inolvidable sin comprometer la economía, manteniendo siempre el equilibrio entre lo deseado y lo posible. Sin embargo, en muchos casos, la planificación de la boda suele presentar ciertos errores, según explica CaixaBank:

1) Fuera de plazo

Estar atentos a los plazos, y planificarlos con cuidado es esencial para evitar contratiempos. Un error común de muchas parejas es asegurar la fecha del lugar donde será el banquete o la fiesta, sin considerar la disponibilidad para la ceremonia.

Esto suele hacerse pensando que no habrá problemas con los trámites, pero la realidad es que los plazos en juzgados, iglesias o ayuntamientos pueden ser largos. La alta demanda o la necesidad de completar trámites como el expediente matrimonial pueden retrasar considerablemente las fechas disponibles.

Por eso, lo ideal es informarse bien con antelación para tener margen suficiente y, una vez todo esté en orden, reservar las fechas clave. Otro factor a tener en cuenta es el régimen económico bajo el cual se desea formalizar el matrimonio. Dependiendo del lugar, se aplicará un régimen por defecto, por lo que puede ser necesario acudir al notario antes del enlace para elegir el que mejor se ajuste a sus necesidades.

2) El espacio adecuado

Este es un fallo que muchas parejas cometen: idealizar el lugar donde celebrarán su boda. El inconveniente surge cuando el lugar escogido no está equipado para recibir a todos los invitados, ya sea por falta de infraestructura o personal.

En otros casos, puede ocurrir lo opuesto: si el evento es muy pequeño, la gerencia podría no estar interesada en acogerlo. Por eso, es útil que la pareja elabore una lista preliminar de las personas que les gustaría que los acompañen.

Aunque no sea la lista definitiva, esta estimación ayudará a tener una idea clara del tamaño del evento y facilitará la búsqueda de espacios adecuados para su celebración.

3) Los proveedores

Los servicios, entre fotógrafos, floristas, músicos, entre otros, no solo pueden llegar a ser numerosos, sino que es necesario un control sobre ello, aún más cuando alguno de estos necesitan el pago de una señal por adelantado.

En este contexto, es fundamental que quede constancia de que se ha efectuado un pago anticipado. Por ello, la opción más recomendable es realizar dicho pago mediante transferencia bancaria u otro método similar que proporcione un comprobante fiable de la transacción.

Asimismo, es altamente recomendable reflejar en un contrato las condiciones acordadas y los servicios a recibir. Esto constituye la mejor manera de protegerse ante posibles incumplimientos.

4) El presupuesto

Un presupuesto detallado resulta esencial, sobre todo cuando se trata de un evento de gran envergadura. La ausencia de este control financiero puede generar complicaciones, ya que los gastos asociados a una boda tienden a incrementarse rápidamente si no se gestionan de manera adecuada.

Otro aspecto que suele pasar desapercibido son los impuestos vinculados a los regalos. Tanto las transferencias monetarias, los regalos en efectivo, como los bienes en especie están sujetos al impuesto de sucesiones y donaciones, y en ciertos casos, también pueden estar gravados con otros tributos como la plusvalía municipal.

Además, si la Agencia Tributaria detecta un aumento patrimonial sin justificación clara, podría exigir que estos regalos se incluyan en la declaración de la renta.

Por este motivo, es aconsejable conservar todos los comprobantes de los regalos recibidos, así como las facturas de los gastos relacionados con la boda, ya que pueden ser necesarios para resolver este tipo de situaciones fiscales.