Las cinco razones por las que Escrivá no puede ser gobernador del BdE, por mucho que lo desee

El nombramiento de José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España restaría independencia al organismo.

El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá. Foto: EFE.

El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá. Foto: EFE.

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Existen, al menos, cinco razones por las cuales José Luis Escrivá, actual ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, propuesto por el Gobierno para ser nombrado gobernador del Banco de España, no debería acceder al puesto, por mucho que lo desee.

Los motivos, más allá de que el principal partido de la oposición lo rechace, resultan tan obvios que cabe pensar si la publicación de esa propuesta, adelantada el jueves por El País, no forma parte de una estrategia del equipo de Pedro Sánchez dirigida a imponer en las negociaciones al respecto con el PP a otro candidato: «O este o te coloco a Escrivá».

«Escrivá siempre ha deseado el puesto de gobernador», comentan fuentes que han compartido despacho con el Ministro. «Siempre ha querido serlo, en el Banco de España es donde se ha forjado profesionalmente», dicen.

Un Ministro de gobernador

La primera razón por la que Escrivá no debería acceder al cargo de gobernador del Banco de España es la pérdida supuesta de independencia que supondría la designación, por vez primera, de un Ministro para el cargo.

Al gobernador del Banco de España se le supone una cierta autonomía del Ejecutivo, aunque sea designado por el Presidente del Gobierno.

La pasada experiencia de un gobernador muy cercano al partido del Gobierno, sin llegar a ser miembro del Consejo de Ministros, la de Miguel Ángel Fernández Ordóñez (Mafo), posiblemente el peor gobernador del Banco de España de la democracia -en el sillón entre los años 2006 y 2012, cuando explotó la burbuja inmobiliaria y España se adentró en la mayor crisis económica y financiera de los últimos cincuenta años- , debería llevar al PSOE a considerar la propuesta.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

El Gobierno no podría eludir las críticas por las intromisiones del Ejecutivo en los organismos públicos con Escrivá al frente del Banco de España.

El nombramiento de la entonces Ministra de Justicia, Dolores Delgado, como Fiscal General del Estado, ha dado ya argumentos de sobra a la oposición para criticar el intrusismo del Gobierno en las instituciones.

Trabajó en BBVA

Otra aparente incompatibilidad en el nombramiento de Escrivá es la pasada experiencia laboral del Ministro en BBVA.

En plena opa hostil lanzada por el banco presidido por Carlos Torres sobre Sabadell, la designación de Escrivá al frente del Banco de España, uno de los organismos clave en la aprobación de la operación, resulta improcedente.

Como publicó el jueves Economía Digital, el actual Ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública trabajó entre 2004 y 2012 como economista jefe y director del Servicio de Estudios y del Área de Finanzas Públicas del BBVA.

Fuentes del sector financiero advierten que, aunque a priori podría parecer que el nombramiento de Escrivá favorecería a las intenciones del BBVA, sería lo contrario. Las mismas fuentes señalan que Escrivá, al término de su etapa en BBVA, mantuvo encontronazos con Carlos Torres.

La banca no le quiere

La banca española no quiere a Escrivá de gobernador. Diversas fuentes cercanas a los mayores bancos españoles consultadas por este diario coincidieron el jueves en destacar que el puesto debería estar reservado a un perfil «técnico».

La banca ve además en Escrivá al ideólogo del impuesto al sector, anunciado por sorpresa en el Congreso de los Diputados por Pedro Sánchez hace ahora justo dos años.

El Gobierno estudia la posibilidad de hacer permanente el impuesto a la banca, que en principio se anunció para dos años, tal y como contempla el acuerdo de Gobierno suscrito entre PSOE y Sumar.

El exgobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. EFE/ Fernando Alvarado

El anterior gobernador, Pablo Hernández de Cos, cuestionó a finales del pasado año dicho gravamen, advirtiendo que su diseño es «muy mejorable». Hernández de Cos indicó que la parte de los beneficios de las entidades que van al impuesto debería mantenerse «en el capital de los bancos y aumentar la resilencia del sector».

También el Banco Central Europeo ha sido crítico con el impuesto a la banca. El organismo advirtió en noviembre de 2022 que la medida podría restringir el crédito y Escrivá, entonces ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se mostró «sorprendido» por la advertencia y cargó aun más las tintas: «No es la primera vez que [el BCE] emite un informe de estas características. Lo deben tener de copia y pega de otros momentos, en contextos distintos (…). Será un tipo de informe normalizado que tienen de otras veces que han contestado a esto y lo han puesto ahí», comentó.

Resultaría paradójico que ahora, un Ministro que acusó al BCE de hacer informes de copia y pega, accediera al cargo de gobernador del Banco de España.

Malas relaciones

«Escrivá tiene malas relaciones con varios miembros del Consejo de Ministros», señalan fuentes cercanas al expresidente de la Airef, «en especial con la vicepresidenta María Jesús Montero«. «Y buena relación con Sánchez, el Presidente confía en los informes que le encarga, le hizo mucho trabajo sucio en la elaboración del impuesto a la banca, y también sobre el impacto del Covid en la economía», comentan.

Las mismas fuentes señalan el distanciamiento entre Escrivá y Economía. «Las relaciones de Escrivá con Nadia Calviño no eran buenas y la designación de Carlos Cuerpo como Ministro de Economía no le sentó bien», comentan.

Las mismas fuentes no ponen en duda la capacidad intelectual y experiencia profesional de Escrivá para lograr el puesto de gobernador de Banco de España, pero sí las incompatibilidades aparentes. Además, señalan, «José Luis tiene un carácter fuerte, dice lo que piensa en el momento, y eso a veces le hace perder las formas», una actitud muy alejada de la prudencia que se le supone al gobernador.

Inteligencia Artificial y ciberseguridad

La Inteligencia Artificial y la ciberseguridad son dos de los grandes retos que afrontan gobiernos, compañías y ciudadanos en la actualidad.

En España, el Ministerio de Transformación Digital y de la Función Pública es el organismo que debería sentar las bases para que España aproveche las oportunidades que presentan el desarrollo de la Inteligencia Artificial, así como las amenazas en ciberseguridad.

La salida de Escrivá del Ministerio, sin llegar al año en el cargo, cuestionaría la implicación del Gobierno en este campo.

Fue Escrivá quien propuso, el pasado mes de mayo, la Estrategia de Inteligencia Artificial 2024. El plan previsto supone una inversión de 1.500 millones de euros, adicionales a los 600 millones ya movilizados para el desarrollo de la IA, procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia.

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