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Los Escribano ganan la guerra: su participación en Indra se dispara hasta los 600 millones
El valor de la participación de los Escribano en Indra es ya prácticamente el doble de lo que ingresa su grupo familiar.
El valor de la participación de los hermanos Ángel y Javier Escribano en Indra ha alcanzado los 600 millones de euros, aproximadamente, gracias al tirón experimentado en las últimas semanas por la multinacional de defensa española en Bolsa, en máximos históricos.
Dicha valoración es prácticamente el doble de lo que la compañía de los hermanos, Escribano Mechanical & Engineering, ha ingresado en 2024, de acuerdo a las previsiones que han hecho públicas, de unos 300 millones.
Los madrileños superaron el 14% del capital de Indra el pasado mes de diciembre, desde el 8% que habían declarado anteriormente, convirtiéndose en los segundos mayores accionistas del grupo, tras la Sepi (con más del 25%).
«Podemos dejar que nos ataquen y que nos tiren algo y les damos jamón y queso, o podemos defendernos», dijo Ángel Escribano la pasada semana
Tras la designación por parte de la Sepi de Marc Murtra como presidente de Telefónica, Ángel Escribano ha sido nombrado a su vez por el organismo público presidente de Indra.
El contexto geopolítico y la decidida apuesta de Ángel Escribano por el rearme de Indra ha impulsado fuertemente el valor en Bolsa del grupo en las últimas semanas.
Indra cerró el martes a 23,70 euros por acción tras subir un 2,86% alcanzando un valor histórico de 4.187 millones de euros, en una sesión en la que el Ibex registró su mayor caída del año, del 2,5%, al entrar en vigor los aranceles de Donald Trump.
Rearme de Indra con Escribano
Las exigencias de la OTAN o de la Administración Trump sobre una mayor inversión en defensa a las naciones aliadas, han disparado las previsiones de negocio de las grandes compañías de la industria militar.
Ursula Von der Leyen propuso el martes, en una declaración institucional, movilizar 150.000 millones en préstamos para disparar el gasto en defensa en la UE.
La presidenta de la Comisión Europea cifró en 800.000 millones de euros el coste de un plan de rearme de Europa para la próxima década.
En su primera presentación de los resultados anuales de Indra, la pasada semana, como presidente del grupo, Ángel Escribano dejó clara la apuesta por la industria de la defensa, dejando de lado el componente de negocio más tecnológico o de consultoría.
«La munición no es un ataque, es una defensa», subrayó Escribano al ser preguntado sobre la posible venta de la filial Minsait y si Indra es ahora una empresa esencialmente de armamento.
«Cuando estamos en una terraza de un bar o en una playa, es gracias a que alguien que puede tener la mala intención de quitárnoslo sabe que no puede hacerlo porque estamos preparados para repelerlo, pero claro, si le vamos a dar pan y mantequilla…», comentó, y admitió que, «siendo egoísta», le gustaría que el gasto de España en defensa supera el 2% del PIB.
«Podemos dejar que nos ataquen y que nos tiren algo y les damos jamón y queso, o podemos defendernos«, dijo.
Indra participa en el mayor proyecto de defensa europeo, el Future Combat Air System (FCAS), un súper caza con distintos sistemas integrados que requerirá una inversión de unos 100.000 millones de euros. El grupo Dassaut, en representación de Francia, y Airbus, por parte de Alemania, son las otras compañías que lideran el proyecto.
La compañía ha tomado el control del proyecto Tess Defence, el conglomerado encargado de fabricar 348 vehículos de combate sobre ruedas (VCR) 8×8 Dragón para el Ejército de Tierra. En Tess Defence participan también Escribano y Sapa Plasencia, igualmente accionista de Indra, con el 7,9%.
En 2024, Indra ganó 278 millones de euros, cerca de un 35% más que en el ejercicio anterior; los ingresos se elevaron hasta los 4.843 millones, un 11,5% más.