La eólica marina de Iberdrola en EEUU, en el punto de mira de Trump: 8.000 millones de inversión en juego

La paralización del proyecto de Equinor pone sobre aviso a las empresas con proyectos offshore en territorio estadounidense

Ignacio Sánchez Galan, presidente de Iberdrola

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola. Foto EFE

Donald Trump sigue su cruzada contra las energías renovables en Estados Unidos e Iberdrola puede ser una de las damnificadas. La Administración del presidente del país norteamericano ha paralizado la construcción de un proyecto eólico marino de la noruega Equinor, que ya contaba con todos los permisos. Los analistas creen que otras energéticas con proyectos similares, como Iberdrola, también pueden verse afectadas.

El gigante energético noruego anunció el pasado jueves que el gobierno de Estados Unidos ordenó detener la construcción de su proyecto de parque eólico frente a la costa del estado de Nueva York. El motivo alegado fue que el análisis ambiental realizado por parte de la anterior administración fue insuficiente y el permiso se concedió de forma apresurada.

La política energética de Donald Trump desde su campaña presidencial ha estado marcada por la apuesta de los combustibles fósiles con el ya famoso lema «drill baby drill» («perfora, nena, perfora”) y sus comentarios negativos a los molinos de viento, a los que ha tildado de “feos” y acusado de “arruinar el paisaje” y “matar ballenas”.

Equinor ha sido la nueva empresa afectada con esta paralización. La noruega ya ha invertido unos 2.000 millones de dólares en el proyecto Empire Wind y comenzó a construir el año pasado, según la propia compañía. Una situación que ha hecho saltar las alarmas en el sector.

En este caso, la novedad es que es la primera vez que Trump paraliza un proyecto ya en construcción, tras haber cancelado el permiso para un proyecto en Nueva Jersey propiedad de Shell y EDF. Lo que pone en peligro a los promotores de otros parques eólicos marinos en fase de desarrollo.

«La medida de la administración Trump de detener las obras del parque Empire Wind 1 de Equinor, valorado en 5.000 millones de dólares y que apunta por primera vez a un proyecto en construcción, asustará a los propietarios de otros proyectos eólicos marinos estadounidenses en fase de construcción, como Orsted, Dominion, Iberdrola y Copenhagen Infrastructure Partners«, recoge un reciente análisis de los expertos de energía y materias primas de Bloomberg.

El Secretario de Interior, Doug Burgum, dio la orden a la Oficina de Gestión de la Energía Oceánica (BOEM, por sus siglas en inglés), que no especificaba la base jurídica para paralizar la construcción del parque.

No obstante, los analistas creen que Trump puede estar basándose en una ley que permite al Secretario de Interior suspender temporalmente la actividad si existe una amenaza de daño grave para la propiedad, la seguridad nacional o la vida, lo que incluye la vida acuática.

Las inversiones de Iberdrola en Massachusetts en el punto de mira

En cualquier caso, la medida puede poner en riesgo millones en inversiones ya comprometidas por diferentes compañías, como las de Iberdrola con sus proyectos offshore en las costas de Massachusetts.

La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán cuenta con proyectos en construcción en Estados Unidos que recibieron sus correspondientes permisos del Gobierno de Joe Biden para desarrollarlos en los próximos años, tras conseguir construir y poner en operación Vineyard Wind 1.

Se trata de los parques New England Wind 1 y 2, situados en el estado de Massachusetts , a través de los cuáles la compañía prevé 8.000 millones de dólares (unos 7.000 millones de euros al cambio actual) en «inversiones directas en toda la región» y que crearán 9.200 puestos de trabajo.

Iberdrola, a través de su filial Avangrid, señaló 2025 como la fecha inicial para la construcción de los complejos, que deben alcanzar la plena operación comercial en 2029. La decisión del Ejecutivo de Trump pone ahora en el foco los proyectos de la multinacional española.

Si bien los movimientos del presidente del país norteamericano ponen alerta al sector, la compañía española siempre ha sostenido que no temen las medidas que pueda tomar Trump en detrimento de las energías renovables.

El presidente de la energética ha defendido la operación de la compañía con normalidad durante los últimos gobiernos, incluido el primero de Donald Trump. Asimismo, en torno al 80% del negocio de Iberdrola en el país se encuentra en las redes eléctricas, un negocio regulado por cada Estado que poco riesgo puede correr.

Pero Estados Unidos es el principal destino de inversión de la eléctrica para los próximos años según su propio plan estratégico, por lo que conviene que las relaciones con las autoridades del país no se deterioren.

En este marco, el máximo directivo de la multinacional española viajó al país el pasado marzo para presentar a la nueva administración su hoja de ruta, que pasa por invertir más de 20.000 millones de dólares en las mencionadas redes de transporte y distribución eléctrica, así como oportunidades de generación.

Por otro lado, el mensaje respecto a las renovables en Estados Unidos que desde la compañía han lanzado en las últimas presentaciones ha sido el de inversiones más «selectivas» que estudiarán bien, dado el contexto energético actual y la tendencia hacia la que se dirige el mercado estadounidense bajo el mandato de Trump.

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