La encrucijada de Repsol con las crisis polĂticas de Venezuela y Libia: en juego 1.546 millones de negocio
La petrolera española se ve inmersa en un 'fuego cruzado' que afecta a su negocio en paĂses de inestabilidad polĂtica
Repsol vive dĂas de ‘fuego cruzado’ y polĂ©mica por la crisis polĂtica en Venezuela, paĂs donde ha vuelto a poner el foco este año. Aunque de carácter diferente, la petrolera tambiĂ©n ha tenido problemas recientes en un mercado estratĂ©gico como el de Libia, tambiĂ©n en el centro de su estrategia internacional.
En total, la exposiciĂłn patrimonial de Repsol en ambos paĂses y las deudas pendientes de cobro con la petrolera estatal venezolana ascienden hasta los 1.546 millones de euros.
Tras las tensiones diplomáticas entre el paĂs sudamericano y España, despuĂ©s de acoger al lĂder opositor Edmundo González y de las palabras de la ministra de Defensa, Margarita Robles, llamando dictadura al Gobierno de Nicolás Maduro, Repsol y el ejecutivo venezolano se reunieron para «avanzar en la cooperaciĂłn energĂ©tica», segĂşn la televisiĂłn estatal del paĂs.
La energética que dirige Josu Jon Imaz cuenta con un amplio historial en Venezuela, si bien no ha sido hasta finales de 2023 cuanto ha vuelto a poder operar en este territorio.
En este sentido, la multinacional española reactivó la empresa petrolera de gestión conjunta Petroquiriquire, participada en un 40% por Repsol y al 60% por la petrolera estatal de Venezuela, PDVSA.
Una vez Estados Unidos dio permiso a la compañĂa para volver a operar allĂ, Repsol ha ido tejiendo pactos durante este año para tratar de recuperar lo perdido durante la Ăşltima dĂ©cada. El pasado abril acordĂł la compra de los pozos de Tomoporo y La Ceiba por casi 1.600 millones de dĂłlares.
Asimismo, segĂşn consta en su informe financiero del primer semestre de 2024, Repsol negocia con PDVSA la posibilidad de incrementar las concesiones del yacimiento de Petroquiriquire hasta 2046.
Repsol recibe petrĂłleo a cambio de gas para saldar la deuda de PDVSA
Por otro lado, la compañĂa mantiene en el paĂs sudamericano un negocio conjunto con la italiana Eni, participado al 50%, dedicado a la producciĂłn de gas.
No obstante, fuentes de la compañĂa destacan que Repsol no recibe dinero por mantener este suministro, sino que cobra en especie para compensar la deuda millonaria que tiene el paĂs con la empresa española.
De este modo, la energĂ©tica produce gas en Venezuela a cambio de petrĂłleo que desde PDVSA envĂan a travĂ©s de barcos. Por tanto, si la tensiĂłn sigue escalando y Estados Unidos vuelve a tomar represalias, Repsol serĂa una de las empresas españolas que operan en Venezuela que saldrĂan peor paradas.
Y es que, segĂşn la informaciĂłn financiera de Repsol, la compañĂa cuenta con una exposiciĂłn patrimonial de 467 millones a cierre de junio de este año y otros 800 millones de euros en crĂ©ditos pendientes de cobrar que mantenĂa a cierre de 2023.
Problemas con Libia, donde ha vuelto a poner el foco de la exploraciĂłn
Pero no es solo Venezuela un mercado estratĂ©gico donde Repsol ha vuelto a poner el foco inversor este año y tiene problemas a raĂz de una crisis polĂtica. Se trata de Libia, donde Repsol se ha visto involucrado en otro fuego cruzado geopolĂtico recientemente que afecta directamente a su negocio.
El Gobierno que controla el este y el sur de Libia decidiĂł cerrar el pasado agosto el pozo de petrĂłleo de Al Sharara, el mayor de la compañĂa en el paĂs. La decisiĂłn se corresponde con una represalia por las investigaciones iniciadas por la Justicia española contra el hijo del general Jalifa Haftar, que gobierna en esta zona del paĂs, segĂşn informaron diferentes medios por aquel entonces.
Saddam Haftar fue retenido este verano en el aeropuerto de Nápoles y fue informado de que su nombre figuraba en la lista del Sistema de Información de Schengen (SIS) a instancias de las autoridades judiciales españolas.
Aunque la inestabilidad polĂtica y social ha sido uno de los principales riesgos en Libia durante largo tiempo, en los Ăşltimos años se habĂa alcanzado una ligera estabilidad que ahora parece de nuevo estar en peligro, con dos gobiernos paralelos disputándose el control del Banco Central.
La compañĂa cuenta con una exposiciĂłn patrimonial de 279 millones de euros al cierre del primer semestre del año e incluye fundamentalmente el inmovilizado material a dicha fecha.
Con todo ello, Repsol viene apostando por este territorio nuevamente. AsĂ, a comienzos de 2024, la energĂ©tica española relanzĂł las negociaciones para expandir su negocio y aumentar las exploraciones petrolĂferas en el paĂs.
SegĂşn su Ăşltimo informe financiero, firmĂł un acuerdo con la compañĂa nacional NOC para evaluar de manera preliminar el potencial petrolero en el área de Dur Al Qussah. Se trata de una iniciativa que llega tras años de sequĂa en el paĂs africano desde la muerte de Gadafi.
En cualquier caso, son situaciones complejas que Repsol tendrá que manejar con un contexto polĂtico muy agitado en ambos paĂses y a expensas de decisiones ajenas a su poder.