Enagás baraja pagar su expansión en Estados Unidos sin deuda nueva
La empresa participada por el Estado pagará los 750 millones de Tallgrass con caja y una línea de crédito existente
Enagás ha puesto la internacionalización como una de sus hitos y ha encontrado en Estados Unidos un mercado con potencial. Por ello, la empresa española de infraestructuras gasísticas ha puesto toda la carne en el asador para controlar Tallgrass, lo que le costará 750 millones de euros. Ahora busca la fórmula para hacer frente a la operación, cuyo cierre está previsto para el segundo trimestre de 2020, sin endeudarse más.
La compañía participada por el Estado y presidida por Antoni Llardén anunció este martes que ha llegado a un acuerdo para alcanzar el 30% de Tallgrass, de la que ya tiene el 12,6%. Enagás controla el 30% de una empresa, en la que también participan los fondos Blackstone, GIC, NPS, USS y otros accionistas minoritarios, que a su vez tiene el 42% de Tallgrass, pero ha acordado llegar al 100%, operación que depende ahora de los reguladores de EEUU.
En Enagás tenían claro que había que aprovechar esta oportunidad, por lo que apoyarán la operación y pondrán su parte. Esto es 836 millones de dólares (unos 750 millones de euros), a cambio de dar el salto hasta un 30% de la empresa estadounidense de infraestructuras de gas. Son, además, el socio industrial, por lo que su voz tendrá más peso en el consejo de administración y en el día a día de Tallgrass.
Uno de los puntos importantes de la compra para la empresa española es la financiación. La deuda de Enagás es casi cuatro veces su ebitda, un ratio asumible pero relativamente alto, por lo que busca vías para no engordarla, según han explicado fuentes del sector. Para ello, cuenta con una caja de 707 millones, según reflejan los resultados del tercer trimestre de la cotizada.
Con la caja no es suficiente y, además, no puede dejarla vacía, así que utilizará una línea de crédito no dispuesta de 1.500 millones con la que cuenta para financiar su expansión y otras inversiones. Lo más probable es que la operación se financie con un mix de ambas cosas —caja y línea de crédito— si bien no se descarta que finalmente sí se acuda al mercado de deuda si se considera una oportunidad, es decir, si se logra financiación muy barata. “Está todo en estudio”, aseguran las fuentes consultadas. La empresa no hace comentarios.
A 30 de septiembre, Enagás tenía una deuda neta de 4.234 millones de euros. En lo que va de año, la engordó con más de 700 millones en inversiones, entre ellas la compra del primer 12,6% de Tallgrass. Pero los dividendos en participadas redujeron la deuda en la misma cantidad, por lo que se ha mantenido estable. Ir al mercado a buscar financiación hincharía más ese pasivo mientras que la opción de la ampliación de capital también podría estar sobre la mesa.
Más poder para Enagás
Pasar del 12,6% a aproximadamente el 30% de Tallgrass dará a la compañía española más peso en la estadounidense. Para empezar, un consejero más, con lo que pasará de uno a dos de los 13 que tiene la sociedad, contando ejecutivos y los representantes de los fondos. Pero al ser el socio industrial, se espera que pueda tener más peso en las decisiones de negocio de la compañía.
Enagás todavía negocia con el resto de socios su papel, pero tiene claro que se trata de una inversión estratégica. No se prevé, a priori, que vaya a nombrar al consejero delegado, pues William Moller fue elegido hace menos de un mes tras la jubilación de David Dehaermers. Pese a ello, la empresa española sí que asegura que la compra “garantiza la participación de Enagás en la toma de decisiones tanto operativas como financieras”.