La empresa familiar se harta de Sánchez e invita al italiano Enrico Letta a clausurar su congreso

Tras seis años de desplantes y desavenencias, la empresa familiar española ha optado por dejar de insistir en invitar a Pedro Sánchez a clausurar su congreso nacional. Este año, será el exprimer ministro de Italia, Enrico Letta, quien cierre el evento, posiblemente el encuentro anual empresarial más importante que se celebra en España.

Cerca de medio millar de empresarios, representantes de las mayores compañías familiares del país, se reúnen este lunes y martes en Santander, en el XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, organizado por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), el potente lobby del que forman parte Mercadona, El Corte Inglés o el grupo Santander.

El rey Felipe VI clausurará el congreso el martes, mientras que el ministro de Industria Jordi Hereu será el encargado de inaugurarlo mañana. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, intervendrá también el lunes, poco antes de las 14 horas.

Sólo el ministro Hereu –desconocido para el 76,5% de los españoles– acudirá en representación del Gobierno al cónclave.

Desde 2019 ha sido un miembro destacado del Ejecutivo la persona encargada de clausurar el evento; el Ministro de turno acudía a última hora para sustituir al Presidente, quien ha excusado año tras año su ausencia aludiendo a «problemas de agenda».

Pedro Sánchez, recién llegado a Moncloa, clausuró el congreso nacional que celebró en Valencia el IEF en el año 2018, en el que no fue bien recibido. Desde entonces ha evitado acudir al encuentro de la empresa familiar española. En posteriores celebraciones, a pesar de que su nombre figuraba en el programa a la hora de clausurar el evento, finalmente era otro Ministro el que aparecía en último momento.

En 2019, en Murcia, fue la ministra María José Montero la que sustituyó a Sánchez. En 2020, en un congreso digital por el Covid, fue la entonces ministra de Economía, Nadia Calviño, la que cerró el acto.

«Quiero confirmarles que hemos invitado al presidente. Nos hubiese encantado contar con la presencia del presidente. Y quiero asegurarles que el año que viene le volveremos a invitar porque para nosotros es un gran honor poder contar con la presencia del presidente del Gobierno de España», dijo el entonces presidente del IEF, Andrés Sendagorta, a la hora de clausurar el congreso nacional que la asociación celebró en 2022, en Cáceres, al que tampoco acudió Sánchez.

Tampoco asistió Sánchez el pasado año al encuentro que tuvo lugar en Bilbao, siendo sustituido por el hoy Gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá. En todas esas ocasiones, en el programa del congreso aparecía Pedro Sánchez como la persona encargada de clausurarlo (por confirmar).

El Presidente del Gobierno sí que acudió, el pasado mes de mayo, a la clausura de la Asamblea Anual de Socios del IEF, celebrada en el Teatro Real de Madrid. Esa sola presencia le ha bastado al lobby presidido en la actualidad por Ignacio Rivera (Estrella Galicia) para dar por cerrada la polémica generada por los desplantes pasados de Sánchez.

La directiva del IEF parece por fin haber concluido que no merece la pena insistir en invitar al actual Presidente del Gobierno. En su lugar, ante un colectivo que asegura suponer el 10% del PIB, será el exprimer ministro italiano Enrico Letta quien tome la palabra, antes del Rey, para cerrar el congreso.

Letta, quien recientemente se ha trasladado a vivir a Madrid, nombrado nuevo decano de la Escuela de Política, Economía y Asuntos Globales del IE, ha presentado este año un informe sobre el futuro del mercado único europeo, encargado por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Tras él, ha sido el también exprimer ministro italiano y expresidente del BCE, Mario Draghi, quien ha presentado otro informe, encargado por la Comisión Europea, sobre la competitividad de la economía de la UE.

En un momento de alta tensión geopolítica mundial, con la principal economía europea, la alemana, en recesión, con la invasión rusa de Ucrania, escuchar lo que tenga que decir Enrico Letta en el congreso del IEF puede ser más enriquecedor que lo que pudiera aportar Pedro Sánchez.

¿Qué iba a decir Sánchez a la empresa familiar española? ¿Qué mensaje trasladaría después de sugerir nuevos hachazos fiscales, del recorte de jornada propuesto, de los bandazos en política de vivienda?

¿Qué cara poner ante 500 empresarios en plena investigación del caso Koldo/Ábalos, del caso Begoña, de la imputación del Fiscal General del Estado, de la ley de amnistía, de la ley que beneficia a presos etarras, o de los arrumacos con la dictadura de Venezuela?

La presión para los miembros del Consejo de Ministros es cada vez mayor. Hay miedo escénico. Asumen ser abucheados en apariciones públicas. Para el Presidente del Gobierno hubiera sido una buena oportunidad acudir al congreso de la empresa familiar española. Si, como Sánchez dice, la economía española va como una locomotora, clausurar un evento empresarial como el del IEF debería ser camino de rosas. Pero no.