Elon Musk muestra su preocupación por la caída del beneficio de Tesla: reducirá su dedicación al DOGE
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Elon Musk
El desplome del beneficio de Tesla en el primer trimestre de 2025, con una caída del 71% respecto al mismo periodo del año anterior, ha sacudido los mercados y puesto en el centro del debate la gestión y el perfil público de Elon Musk.
Viendo la crisis en la que se encuentra inmerso, ha anunciado que reducirá su dedicación al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), cargo que ocupa en el gobierno de Donald Trump, para centrarse más en la compañía automovilística, en un intento de frenar el deterioro de la imagen de Tesla y recuperar la confianza de los inversores.
Además, el magnate ha visto como su presencia en el mercado de las cryptos de la mano de su famosa «DOGE» es ya únicamente testimonial. Con una cotización en torno a los 0,16 euros, la bajada en los últimos 6 meses responde a su desinterés y al del mercado por un activo que ha quedado relegado a «meme». El multimillonario lanzó la criptodivisa el 6 de diciembre de 2013
Un trimestre negro para Tesla
Entre enero y marzo, Tesla registró un beneficio neto de 409 millones de dólares, muy por debajo de los 1.400 millones obtenidos en el primer trimestre de 2024.
Los ingresos totales de la compañía cayeron un 9%, hasta los 19.335 millones de dólares, y la división automovilística sufrió una contracción aún mayor, del 20%, con ventas por valor de 13.967 millones. Las ventas de vehículos se hundieron un 13%, hasta las 336.681 unidades, el peor dato desde 2021.
Tesla model 3. Foto:Tesla.
Este desplome se explica por varios factores: la caída de la demanda global de coches eléctricos, la creciente competencia de fabricantes chinos y europeos, el retraso en el lanzamiento de nuevos modelos y la necesidad de aplicar descuentos para estimular las ventas. El margen de beneficio se redujo al 14,6% y los gastos operativos aumentaron un 9%, lo que ha dejado a la compañía con un margen neto de tan solo el 2%, muy lejos de los estándares tanto del sector tecnológico como del automovilístico tradicional.
El efecto Musk
Más allá de los factores económicos y de mercado, el papel de Elon como figura pública y política ha sido señalado como uno de los grandes lastres para la marca.
Su implicación en el gobierno de Trump, encargado de un departamento encargado de recortar el gasto público y despedir funcionarios, ha provocado protestas, boicots y un deterioro de la imagen de marca de la multinacional en mercados clave como Estados Unidos, Canadá y Europa.
En países como Alemania, Francia y España, las ventas han caído en picado. En nuestro país, por ejemplo, las matriculaciones de Tesla se desplomaron un 82% en enero, y en Alemania las ventas cayeron más de un 76% en el mismo periodo.
Movimientos como la distribución de pegatinas para “forrar” los coches con mensajes en contra del multimillonario han ganado fuerza en Europa, escenificando el rechazo de una parte de los consumidores a la asociación de la marca con su figura institucional.
En Estados Unidos, la polarización también ha afectado a la percepción de la marca, especialmente en estados con mayor sensibilidad progresista como California, donde han perdido cuota de mercado de forma significativa.
Los analistas e inversores han recibido con optimismo el anuncio de Musk, y las acciones de la empresa subieron un 5% en las operaciones posteriores a la presentación de resultados, a pesar de las cifras negativas. El mercado interpreta que una mayor dedicación podría ayudar a revertir la situación bajista y a recuperar la confianza de consumidores y accionistas.