El negocio que proyectaba Florentino Pérez con el proyecto Castor

El Gobierno fija una retribución a la concesionaria del almacén de gas y además exige un peaje a las operadoras que lo quieran utilizar

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Los terremotos que se han registrado estas últimas semanas en algunas zonas de Castellón y Tarragona han puesto en la diana el almacén de gas Castor. Mientras la actividad sigue paralizada y los expertos indagan las reales causas de los movimientos sísmicos, la concesionaria Escal-UGS, participada por la empresa ACS que preside Florentino Pérez, sigue sin poder hacer negocio con este proyecto.

De momento, todo sigue en stand by y la próxima inyección está prevista para finales de octubre. Si no se produce en las fechas establecidas es cuando comenzarán a generarse unos costes extra, según admite la gestora del almacén.

Hacer caja

Pero, ¿cómo consiguen ganar dinero las empresas que gestionan este tipo de almacenes de gas en España? Según han explicado a Economía Digital fuentes del sector, el negocio está primero en la retribución que establece el Ministerio de Industria para la constructora y gestora de la planta y, por otro lado, estos almacenes están a disposición de todos los operadores españoles pagando, eso sí, un peaje por los servicios. Esto permite, insisten los conocedores del sector gasista, que el sistema esté liberalizado y a disposición de cualquier empresa que lo desee.

Sin embargo, lejos de recibir estas retribuciones por parte del Gobierno y de las operadoras españolas, los últimos acontecimientos que no había previsto ni la administración central ni tampoco Escal-UGS podrían generar más gastos y ningún ingreso.

Condiciones de Enagás para entrar en el proyecto

Además, están en juego otros 400 millones de euros. Enagás había pactado mediante un preacuerdo con ACS la compra de un tercio de su participación en Castor.

Pero, hay unas condiciones que se tienen que dar para que ello ocurra. “La puesta en marcha definitiva del almacén y que esté dentro del sistema gasista español”, aseguran fuentes de la compañía que preside Antonio Llardén.

De momento, insisten, no se dan ninguno de estos condicionantes ya que la planta de Castor estaba ahora haciendo las pruebas necesarias antes de empezar oficialmente a operar.

¿Quién asume los costes?

En paralelo, Florentino Pérez y el Gobierno tienen otro frente abierto. De bloquearse de forma definitiva la planta, que cuenta con una inversión comprometida próxima a los 1.300 millones de euros, ¿quién asume los costes? De momento, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, descarta que ocurra esta situación.

Fuentes ministeriales se escudan, ante las preguntas de este medio, parafraseando al propio ministro. “Ahora no toca hablar de este supuesto”, aseguran. Mientras Escal-UGS desmiente que en ningún caso haya exigido el pago de ninguna compensación al Gobierno. “No nos hemos pronunciado sobre ese asunto”, subraya.

Por otro lado, los expertos del sector aseguran que al ser la primera vez que ocurre una situación como ésta en las reservas de gas que hay en España se desconoce cuál es la vía que seguir. Confiesan que tanto el Ejecutivo como la concesionaria intentarán librarse de dichos costes.

Con todo y mientras siga temblando la tierra en los zonas próximas al almacén, no se producirá otra inyección de gas y el coste del bloqueo comenzará a pesar sobre Escal-UGS y ACS, lo que aumentará la lucha por evitar cualquier desembolso. ¿Quién ganará la partida? Tiempo al tiempo. Por ahora, habrá que esperar al informe de los hombres de Soria que analizan la zona para confirmar el cierre o la reactivación de la planta.

Economía Digital

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