Argelia pone la proa a los Carulla
El fisco argelino inspecciona los impuestos del periodo 2012-2015 de GB Foods. La compañía no acepta las liquidaciones impuestas
Lo escándalos con el fisco vuelven a golpear a los Carulla. Si en 2014 ya tuvieron que pagar 9,4 millones para evitar un juicio por fraude fiscal, ahora es el gobierno de Argelia el que investiga la principal empresa de la familia: GB Foods, el fabricante de Gallina Blanca, Avecrem y Yatekomo. El Ministerio de Finanzas del país africano examina los impuestos de la filial en el territorio desde el año 2012.
El gobierno comunicó la inspección a la familia catalana el pasado 24 de mayo de 2016. Según ha podido comprobar Economía Digital, las pesquisas alcanzan “todos los tributos” de los ejercicios 2012, 2013, 2014 y 2015 de la sociedad Société de Fabrication et Conditionnment des Produits Alimentaires, que gestiona la fábrica ubicada en la ciudad de Orán, con alrededor de 200 trabajadores.
Fuentes del sector aseguran que las cantidades a pagar oscilan entre el millón y los seis millones de euros. La compañía negó ofrecer más información al «estar todavía en trámites» y defendió que se trata de un «proceso ordinario de inspección». La previsión de la resolución final del expediente es para finales del ejercicio 2018.
La resolución no llegará de nuevo a las oficinas de la familia Carulla. Las discrepancias entre el fisco y la empresa sobre el pago de sanciones comenzaron el 25 de diciembre de 2016, cuando la compañía recibió la liquidación provisional del año 2012. GB Foods, en desacuerdo, interpuso un recurso con fecha del 4 de febrero de 2017.
Los Carulla poseen el 80% de la filial en Argelia, valorada en 7,52 millones
Entre ambos textos obtuvo la notificación de los pagos adeudados entre los ejercicios de 2013 y 2015. También en disconformidad, presentó otro recurso el 6 de marzo de 2017. Desde entonces, la inspección sigue abierta a la espera de una resolución final.
El grupo alimentario no ha destinado ninguna provisión al pago de estos impuestos, presuntamente mal liquidados con el gobierno argelino. Por tanto, todavía espera una resolución favorable para sus intereses.
Los Carulla poseen el 80% de la filial y, según los libros de GB Foods, valoran su participación en 7,52 millones de euros. En 2016, la sociedad no repartió dividendos a su matriz a pesar de acabar con unos beneficios de 1,05 millones de euros. Sin embargo, la filial todavía debe compensar unas bases imponibles negativas de 1,3 millones, con vencimiento para el año 2019 y 2020.
La apuesta de los Carulla por África
GB Foods prevé facturar 1.000 millones de euros en el 2018 tras la compra de varias marcas de alimentación líderes en África y de tres fábricas en ese continente en primavera de 2017. La operación fue realizada junto al fondo de inversión privado Helios Investment Partners.
La firma anunció en mayo la creación de una empresa conjunta. Dicha sociedad adquirió las marcas de tomate Gino y Pomo, la marca de leche en polvo y mayonesa Jago así como la distribución en África de la mayonesa Bama. La estructura de la propiedad de la compañía quedó repartida con GB Foods con un 51% y Helios con el 49% restante. Asimismo, la empresa resultante compró tres fábricas, una situada en Ghana y otras dos en Nigeria, en las que trabajan unas 600 personas en total.
Desde la compañía resaltan que la operación permite entrar en nuevas categorías, con lo que la empresa doblará su número de consumidores. Hasta el momento, la compañía catalana contaba con 450 empleados en África y con dos plantas, una en Argelia y otra en Senegal. Ahora se reforzará en países claves como Nigeria y Ghana, con «enorme potencial de crecimiento», destacó el consejero delegado, Ignasi Ricou.