El expresidente de Nissan pagó 860.000 dólares para fugarse de Japón
Carlos Ghosn realizó un pago a la empresa Promote Fox, propiedad de Michael Taylor, al que reclama la Justicia japonesa junto a su hijo por su vinculación
El expresidente de Nissan, Carlos Ghosn, pagó 862.500 dólares a una compañía dirigida por Michael Taylor, la persona que presuntamente ayudó al directivo libanés a fugarse de Japón el pasado diciembre tras ser acusado de diversos delitos fiscales en el país.
Los datos de la transacción están incluidos en unos documentos presentados en un tribunal de EEUU, según revela este miércoles el diario nipón Nikkei. El pago se realizó a la compañía Promote Fox, dirigida por Taylor, de 59 años.
Tanto él como su hijo Peter, de 27 años, fueron detenidos el pasado 20 de mayo en el estado de Massachussetts a petición de la Fiscalía de Tokio. La Justicia de la capital japonesa considera que ambos, junto a un tercer miembro llamado George Zayek y compatriota de Ghosn, formaron parte de la operación y «contribuyeron a la fuga», por lo que estarían acusados de infringir las leyes migratorias.
Las transferencias a Promote Fox son las primeras pruebas de las conexiones entre el expresidente de la alianza Nissan-Renault y los mencionados. Ante estas evidencias, la Fiscalía japonesa ha pedido extraditar a Taylor y su hijo para trasladarlos a Beirut, en Líbano, donde se encuentra Ghosn.
Ghosn reconoció ayuda externa
En estos meses, marcados por la pandemia de coronavirus, Ghosn no ha hecho demasiadas apariciones en público. Hasta el momento se ha negado a dar detalles soibre cómo huyó del país donde residió durante más de 20 años y en el que se encontraba en libertad bajo fianza.
Sí ha reconocido que necesito ayuda de terceras personas para salir del país, e incluso se conoció a través de qué aeropuerto podría haber huido, después de detectarse un fallo generalizado en los sistemas de identificación biométricos de algunos hubs japoneses.
La defensa de Taylor, por su parte, alega que infringir la ley de libertad bajo fianza en Japón no es un delito, por lo que rechaza la extradición de sus dos clientes.