El ex director de Penedès defiende que el pensionazo evitó «discriminaciones» internas
Empieza el juicio en la Audiencia Nacional contra la antigua cúpula de la caja por asignarse jubilaciones millonarias a espaldas de los órganos de control
El caso del pensionazo en Caixa Penedès ha llegado este lunes a la Audiencia Nacional. El ex director adjunto del grupo comarcal, Santiago José Abella, ha defendido la legalidad de las remuneraciones extraordinarias porque estaban fijadas por contrato y para evitar la “discriminación” con respecto al resto de trabajadores.
El juicio sienta en el banquillo, además de a Abella, al ex director general, Ricard Pagès, y a los integrantes de la antigua cúpula Manuel Troyano y Joan Caellas. La fiscalía les acusa de haberse asignado prejubilaciones de 32 millones con seguros firmados a espaldas de los órganos de control.
Pago vitalicio
Abella, según ha explicado al juez, firmó un contrato de alta dirección con Caixa Penedès en 1996. Se establecía una cláusula que le concedía el derecho a una prejubilación vitalicia a partir de los 60 años, equivalente al 90% de su retribución, que no ha especificado.
El 4 de enero de 2006, ya cumplidos los 61 años, abandonó la caja. Trasladó la decisión a todo los órganos correspondientes y, por tanto, ésta era “pública y notoria”. Tanto que sus compañeros de la dirección le “agasajaron” con una comida de despedida en un restaurante de Barcelona.
Externalización de las pensiones
Un día después, Abella, que ha declarado haber estado “felizmente jubilado” todos estos años, firmó un convenio específico con la Seguridad Social por el que seguiría tributando hasta los 65 años y asegurarse así la jubilación máxima, que se descontaría cuando cumpliera esta edad de lo que percibía de Caixa Penedès.
A preguntas del fiscal, ha explicado que se contrató a una empresa asesora para negociar la externalización de las pensiones de, en un principio, los trabajadores de relación laboral común de la caja, aunque luego se aplicó a la directiva.