El Corte Inglés pide ayuda a los bancos por segunda vez en dos años
La compañía que preside Marta Álvarez comenzará un proceso de refinanciación de su pasivo, que crecerá hasta los 3.800 millones
El Corte Inglés va a comenzar el proceso de refinanciación de su deuda, que presentará esta semana y que asciende a un total de 3.800 millones de euros. La compañía que preside Marta Álvarez cerró el ejercicio de 2018 con un pasivo de 3.387 millones de euros, pero la cifra se incrementará en aproximadamente 530 millones por un doble motivo. Por un lado, incidirá la entrada en vigor de la normativa Norma Internacional de Información Financiera (NIIF) 16 y, por otro, el grupo incluirá la venta de inmuebles y otros activos inmobiliarios en los resultados del primer semestre del ejercicio 2019.
De esta forma, El Corte Inglés va a refinanciar su deuda por segunda vez en dos años, según han confirmado fuentes de la empresa a El Confidencial. Uno de los primeros pasos, según la información, será la venta de la división Informática por unos 300 millones de euros. Una transacción que no debería demorarse demasiado en ser cerrada. Tras la misma, el grupo de distribución comenzará a desprenderse de muchos de sus activos inmobiliarios.
En este sentido, resulta de especial relevancia para la compañía la entrada en vigor de la ley NIIF 16. Esta normativa obliga a las empresas a reordenar los contratos de arrendamiento dentro del ejericio anual de la compañía, por lo que elimina el modelo de contabilidad en el que se incluyen dentro del balance los contratos de arrendamiento financiero pero no los arrendamientos operativos.
El impacto calculado por El Corte Inglés de esta normativa es superior a 530 millones de euros, y elevaría la deuda a más de 3.800 millones.
Los grandes almacenes acumulan también algunos activos cuya venta se ha enquistado o, incluso, ha fracasado. Este es el caso del denominado Project Green, mediante el cual la compañía de Marta Álvarez pretendía la venta de 95 activos inmobiliarios con el objetivo de recaudar unos 1.500 millones de euros, aunque finalmente no se acometió la operación.
«La intención es la de deshacerse de aquello que no sea el core de El Corte Inglés, pero todavía no se ha decidido el cuándo ni el cómo”, señalaron a finales de octubre fuentes de la compañía a Economía Digital. Sí se mantiene la venta del centro comercial situado en la avenida Francesc Maciá de Barcelona, que podría cerrarse en una cantidad cercana a 150 millones de euros.
Traslado de la central de Hermosilla
A principios de octubre trascendió que uno de los planes de la compañía de Marta Álvarez pasa por la desinversión de las oficinas centrales, situadas en la calle Hermosilla de Madrid y que implicaría el traslado de 3.000 trabajadores a una oficina fuera del centro de la capital española. No obstante, aún faltan resquicios por solucionar, como el de contar con la aprobación del Ayuntamiento madrileño.
Con esta operación, el grupo trata de buscar una distribución logística más eficiente y un ahorro de costes a través de la gestión de activos inmobiliarios. En este sentido, El Corte Inglés creó la sociedad Real Estate para el traspaso de esos activos, que ocupan una cartera de unos 998.000 metros cuadrados -en superficie construida- y otros 228.000 metros cuadrados en terrenos disponibles, la mayoría concentrados entre Madrid, Barcelona, Málaga y Sevilla.