El Corte Inglés logra unanimidad con el nombramiento de Marta Álvarez
Los grandes almacenes acallan las voces críticas en el consejo y zanjan al fin el conflicto familiar que sacudió la empresa durante el año pasado
Ya es oficial: Marta Álvarez es la nueva presidenta de El Corte Inglés. El consejo de los grandes almacenes aprobó este miércoles el nombramiento de la heredera de Isidoro Álvarez como presidenta de la compañía en sustitución de Jesús Nuño de la Rosa, que pasará a ejercer de consejero delegado junto con Víctor del Pozo. Además, el grupo de distribución logró acallar las voces críticas y aprobar la designación por unanimidad.
En un comunicado enviado a los medios, la compañía destacó precisamente que Álvarez había sido nombrada «por unanimidad», una misión que perseguía desde que supo que había miembros del órgano de dirección que eran críticos con la futura presidenta. Como informó Economía Digital hace una semana, tanto el jeque Hamad bin Jassim bin Jaber Al Thani como Carlota Areces, que ostentan el 19% de la firma entre ambos, se planteaban abstenerse en la votación.
El nombramiento no corría peligro, pues tenía asegurados nueve votos a su favor –contando el de la propia Marta–. Pero no era suficiente para El Corte Inglés, que quería unanimidad. Saben que dar la imagen de empresa dividida puede mandar un mensaje de dudas a los mercados precisamente en el momento en el que se pusieron como meta funcionar como una empresa cotizada.
Por ello, la futura presidenta se puso manos a la obra para ganarse el favor de los críticos. Tras las primeras negativas del jeque (10%) y los Areces (9%), finalmente consiguió que dieran su brazo a torcer. El primero ya se había abstenido en la votación del pasado mes de junio que sirvió para descabalgar a Dimas Gimeno de la presidencia. Mientras, los segundos recobraron su puesto en el consejo a propuesta de la propia Marta Álvarez, pues fueron expulsados en 2015 por filtrar información confidencial.
Con las espaldas cubiertas por un pleno de apoyos, Álvarez celebró «la confianza» obtenida del consejo para «liderar un equipo profesional que admiro, respeto y conozco al llevar toda la vida ligada a la empresa». «Estamos haciendo una apuesta decidida por la innovación y la tecnología en la que vamos a perseverar para que el cliente pueda acceder a las últimas tendencias», añadió.
El Corte Inglés reordena a sus consejeros delegados
Si bien Marta Álvarez no limitará sus funciones a un ámbito meramente institucional –«tutelará a los dos consejeros delegados (…) entre otras funciones asumirá la dirección del consejo y la representación institucional», abre el mismo comunicado–, los dos consejeros delegados si se repartirán las tareas. Jesús Nuño de la Rosa mantendrá la presidencia de las divisiones de viajes, informática, seguros y la financiera mientras dirigirá las filiales.
Más reforzado sale Víctor del Pozo, el hombre fuerte de la presidenta. Entre sus tareas estará el negocio de los centros comerciales mientras gana el control de la división económico-financiera, de real estate, de recursos humanos y la asesoría jurídica.
Un año después de la guerra fratricida que la enfrentó a su primo Dimas Gimeno, Marta Álvarez hará realidad su gran aspiración. La ahora consejera siempre contó a su círculo la voluntad de ser presidenta de los grandes almacenes. Sin embargo, no pudo tomar el poder con el último cambio porque debía ganarse el favor de la vieja guardia, el jeque y el independiente Manuel Pizarro. Eran partidarios de alguien con experiencia en la gestión y que no estuviera salpicado por la guerra familiar.
Por ello,optó por Nuño de la Rosa, que en su palmarés contaba con el acuerdo de refinanciación de la deuda con la banca que alivio el horizonte financiero del gigante del comercio. Se le puso una misión: lograr el investment grade con tal de poder financiarse a través de inversores de primer nivel y facilitar una posible salida a bolsa en el futuro.
Menos de doce meses después y con las aguas ligeramente más calmadas –a la espera de varias sentencias en su enfrentamiento judicial— Álvarez sí logró el apoyo gracias a la fuerza que le da el control accionarial de los grandes almacenes con Cartera de Valores IASA, que suma el 22,1% del capital. Allí, comparte accionariado con Gimeno, limitado a una posición testimonial al ser minoritario y no tener capacidad de decisión.