El Corte Inglés: Marta Álvarez ya tiene un incendio sin ser presidenta
La futura presidenta de El Corte Inglés se topa con las primeras voces críticas en el consejo por su falta de experiencia y su temperamento
Marta Álvarez todavía no se sentó en el sillón presidencial de El Corte Inglés y ya sabe lo que es tener oposición. Si su mandato se presume más plácido que el de sus dos antecesores, Dimas Gimeno y Jesús Nuño de la Rosa, los críticos ya aparecen antes su falta de experiencia en la gestión y su temperamento. De hecho, existen incluso dos consejeros que no son partidarios de su designación al frente de los grandes almacenes.
Fuentes cercanas a la compañía explican a Economía Digital que tanto el jeque Hamad bin Jassim bin Jaber Al Thani como Carlota Areces, que entre ambos ostentan el 19% de la firma, no votarán a favor de su nombramiento en el consejo de finales de julio. Las mismas voces explican que todo parece indicar que se decantarán por la abstención en la votación, tal y como informó Hispanidad hace una semana.
Los críticos lamentan la falta de experiencia de Marta Álvarez en la gestión. «El Corte Inglés es una empresa puntera en España, por lo que necesita un ejecutivo puntero», comparan. A día de hoy, la hija adoptiva y heredera del expresidente Isidoro Álvarez no lo es. «Y menos en el momento en el que está la empresa, con los ingresos de los centros comerciales estancados», añaden.
Los críticos siembran dudas sobre la preparación y el carácter de Marta Álvarez
Además de sus tablas a la hora de trabajar con ejecutivos de primer orden mundial, a Álvarez se le recrimina su temperamento cuando se le lleva la contraria, que puede jugarle malas pasadas en una función tan institucional como la presidencia.
A pesar de ambas voces, el nombramiento de la nueva presidenta no peligra. De once miembros, tiene controlado el sí de al menos nueve. Para comenzar, los dos ejecutivos: Jesús Nuño de la Rosa –actual presidente– y Víctor del Pozo, consejero delegado, se pondrán de su lado. Les seguirán Florencio Lasaga y Carlos Martínez Echevarría, la vieja guardia, muleta imprescindible para el asalto al poder de las dos hermanas Álvarez.
Evidentemente, Marta Álvarez cuenta con el soporte de su hermana. También con el de Paloma García Peña, representante de Cartera Mancor (7%). Residente en Barcelona, la consejera se distingue por votar siempre a favor de las indicaciones de la propia empresa.
El Corte Inglés quiere aprobar el nombramiento de Marta Álvarez por unanimidad
Tampoco peligra, a priori, el apoyo de los dos consejeros independientes, ni de Fernando Becker ni de Manuel Pizarro. Sin embargo las críticas también se aglutinan sobre el exdiputado del Partido Popular por la escasa implicación, dicen, en tratar de resolver los retos que afronta el futuro de la empresa.
Pero nueve votos a favor –contando el de la propia Marta– y dos abstenciones no son suficientes para El Corte Inglés, que quiere aprobar el nombramiento por unanimidad. Saben que dar la imagen de empresa dividida puede mandar un mensaje de dudas a los mercados precisamente en el momento en el que se pusieron como meta funcionar como una empresa cotizada.
Por ello, la futura presidenta ya trata de ganarse el favor de los críticos. De momento se encontró con la negativa tanto del jeque (10%) como de los Areces (9%) a cambiar el sentido de su postura. De hecho, el primero ya se abstuvo en la votación del pasado mes de junio que sirvió para descabalgar a Dimas Gimeno de la presidencia. Mientras, los segundos recobraron su puesto en el consejo a propuesta de la propia Marta Álvarez, pues fueron expulsados en 2015 por filtrar información confidencial.
Marta Álvarez cierra el círculo un año después
Un año después de la guerra fratricida que la enfrentó a su primo Dimas Gimeno, Marta Álvarez hará realidad su gran aspiración. La ahora consejera siempre contó a su círculo la voluntad de ser presidenta de los grandes almacenes. Sin embargo, no pudo tomar el poder con el último cambio porque debía ganarse el favor de la vieja guardia, el jeque y el independiente Manuel Pizarro. Eran partidarios de alguien con experiencia en la gestión y que no estuviera salpicado por la guerra familiar.
Por ello,optó por Nuño de la Rosa, que en su palmarés contaba con el acuerdo de refinanciación de la deuda con la banca que alivio el horizonte financiero del gigante del comercio. Se le puso una misión: lograr el investment grade con tal de poder financiarse a través de inversores de primer nivel y facilitar una posible salida a bolsa en el futuro.
Menos de doce meses después y con las aguas ligeramente más calmadas –a la espera de varias sentencias en su enfrentamiento judicial— Álvarez sí logró el apoyo gracias a la fuerza que le da el control accionarial de los grandes almacenes con Cartera de Valores IASA, que suma el 22,1% del capital. Allí, comparte accionariado con Gimeno, limitado a una posición testimonial al ser minoritario y no tener capacidad de decisión.
Y la ambición de las hermanas Álvarez podría no quedarse aquí. El plan pasa por asaltar también este verano la Fundación Ramón Areces, poseedora del 37,9% de El Corte Inglés. Actualmente presidida por Lasaga, su intención es la de colocar a Cristina Álvarez, ahora mismo vicepresidenta, al frente. Sería un cargo que potenciaría su visibilidad dentro de una entidad que ya dominan, pues la mayor parte de los patronos son cercanos a ambas.
La batalla parece que se librará este mismo verano, pues tanto Florencio Lasaga como Carlos Martínez Echevarría ya están en la recta de salida del patronato. Sin embargo, todavía no están definidos los patronos que los sustituirán en la institución. Para las Álvarez será indiferente, pues controlan de forma directa o indirecta casi el 60% de la empresa, suficiente para aplacar cualquier intento de golpe de estado.
El patronato, eso sí, quiere figurar en el nombramiento. Por ello, es probable que convoque una reunión –en la que también estará Dimas Gimeno– con tal de respaldar el nombramiento de Marta Álvarez al frente de El Corte Inglés.