El automóvil responde al veto de Sánchez con medias verdades
Las patronales recuerdan a Pedro Sánchez que hay 300.000 empleos en juego y hablan de caída de las matriculaciones cuando suben el 10% en lo que va de año
El Gobierno soltó la bomba sobre el sector automovilístico este martes: a partir de 2040 no se podrán vender vehículos de combustión. La futura ley contra el cambio climático quiere segar la comercialización de todo automóvil diésel, gasolina e incluso híbrido en favor de los de cero emisiones –de aquí a 22 años– y las patronales levantaron inmediatamente la voz. «La prohibición es excesiva», dijo ANFAC, que agrupa a los fabricantes.
Para defender su crítica, las asociaciones recurrieron a medias verdades. Fue el caso de Faconauto, que engloba a los concesionarios, y habló de una «caída de las matriculaciones relacionada, principalmente, con el ambiente negativo alrededor del automóvil».
La patronal se agarró a una caída del 22,4% de las matriculaciones de turismos y vehículos comerciales en los 13 días que llevamos del mes de noviembre. No obstante, obvió en su comunicado el crecimiento acumulado del 10% en lo que llevamos de año.
La misma agrupación justificó el descenso por «un ambiente negativo» y habló «de una dinámica negativa y preocupante, no vinculada ya a causas puntuales, sino a problemas más profundos». Sin embargo, volvió a olvidar que la caída generalizada del otoño se produce debido a que la mayoría de marcas anticipó sus ventas para eludir la nueva ley europea de emisiones WLTP, que entraba en vigor el 1 de septiembre. Las matriculaciones en agosto crecieron el 48,7%.
Más allá de la previsión, algunos de los grandes fabricantes en España se vieron obligados a cerrar su fábricas durante algunos días debido a la falta de motores homologados bajo la nueva continental. Fue el caso de Volkswagen, que tuvo que presentar un ERTE en la planta de Navarra, y de Seat, que canceló la actividad prevista durante varias jornadas en Martorell.
ANFAC pide más ayudas
También a través de un comunicado, ANFAC criticó que el proyecto del Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez va «contra el principio de neutralidad tecnológica defendido al máximo por la Unión Europea«. A pesar de que el Reino Unido y Francia plantean un horizonte similar para terminar con las ventas de coches de combustión, la patronal lamenta que en ambos países existen planes que rondan los 1.000 millones para impulsar los automóviles alternativos. «España sólo ha dedicado 74,5 millones a estos planes en cinco años», comparó.
La asociación también citó a «recientes estudios» que pronostican una caída del 11% si el vehículo eléctrico alcanza una cuota de mercado del 25% y un descenso del 18% si logra hacerse con el 40% del pastel. El vicepresidente de la agrupación, Mario Armero, recordó que en las fábricas españolas trabajan 100.000 personas, a las que se deben añadir otras 200.000 personas vinculadas al sector. «Los pasos del Gobierno pueden tener un impacto laboral negativo», dijo en declaraciones a TVE.
No obstante, las conclusiones de los informes no están claras, pues los hay para todos los gustos. Un estudio elaborado por Transport & Environment en septiembre de 2017 aseguraba que la electrificación generaría entre 500.000 y 850.000 nuevos empleos en toda Europa de aquí a 2030.
El proyecto de Pedro Sánchez
El Gobierno anunció este martes la intención de prohibir la matriculación y venta de vehículos diésel y de gasolina para el próximo 2040. Es una de las medidas previstas por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para luchar contra el cambio climático.
Además, el boceto de ley, al que todavía le queda un largo trecho para aprobarse –y más de 22 años para ser una realidad–, también pone de manifiesto la idea de que 10 años más tarde, en 2050, estos vehículos tampoco puedan circular.