La doble cara de Mónica García: quiere eliminar Muface pero contrata sanidad privada para sus funcionarios
La ministra de Sanidad quiere acabar con el modelo al considerarlo "anacrónico"
La incertidumbre continúa reinando sobre los funcionarios, que continúan sin saber si podrán seguir recibiendo la cobertura sanitaria que les brinda Muface. Después de que el Gobierno optase por ceder ante las aseguradoras y mejorar la oferta en 330 millones de euros hasta engrosar el valor del contrato hasta los 4.808 millones de euros para los próximos tres años, las compañías pueden sopesar si se presentan al proceso hasta el 4 de marzo.
A pesar de que inicialmente Adeslas optó por no presentarse al concurso al considerar que agravaría las pérdidas económicas del modelo, finalmente cambió de opinión y decidió mantenerse al considerar que las condiciones son «justas». Una de las compañías que aún no se ha pronunciado es Asisa, que en todo momento estar valorando las condiciones recogidas en los pliegos del concierto de Muface.
También está estudiando el concurso DKV, que decidió no presentarse a la primera licitación, la cual ofrecía un alza en las primas por cada mutualista del 17,12% a dos años y emplazó al Gobierno a realizar un «contrato-puente» si fracasaba la segunda licitación.
Dinamitar Muface
La ministra de Sanidad, Mónica García, tiene intención de acabar con Muface e integrar los mutualistas en el Sistema Nacional de Salud (SNS). «Vamos a trabajar para que se resuelva la situación y que se vayan integrando los los funcionarios poco a poco dentro de lo que nosotros consideramos que es el mejor sistema sanitario que tenemos, que es el sistema sanitario público», recalcó.
También calificó de «decepcionante» y «mala noticia» la subida en la prima de Muface al considerar que prioriza las cuentas de resultados de las compañías aseguradoras en contraposición a la salud pública. También lamentó que la decisión «perpetúe» el sistema a través del cual se presta cobertura sanitaria a los mutualistas, al que ha tildado de «anacrónico».
«Ya nos gustaría tener también a nosotros un 40% más de presupuesto para la sanidad pública», reclamó antes de reconocer que el sistema de salud pública cuenta con algunas ineficiencias. «Defendemos para los ciudadanos lo mismo que para los funcionarios, que tenemos un sistema que es envidiado en el resto del mundo y que vamos a seguir trabajando para que sea atractivo para todos los ciudadanos», ha añadido.
Sanidad privada
No obstante, el departamento que encabeza García ha abierto una licitación por valor de poco más de 74.000 euros para ofrecer a los empleados y funcionarios del Ministerio de Sanidad reconocimientos médicos y consultas de ginecologías y urología en el transcurso de un año, según desgrana la publicación The Objective.
De esta manera, cerca de 900 empleados tendrán acceso a estos servicios en el sector privado, que no deberán sufrir las largas listas de espera de la sanidad pública. Concretamente, podrán disfrutar de estos beneficios tanto los empleados de la sede del Ministerio de Sanidad ubicada en Madrid como los que trabajan en la de delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Tal y como se desprende de la Plataforma de Contratación del Estado, los servicios que se ofrecerán serán: reconocimiento generales no programados, reconocimientos generales programados, reconocimiento ginecológico, reconocimiento urológico, sesiones informativas y vigilancia colectiva de la salud colectiva.
En los pliegos de la licitación, el departamento que dirige García admite no disponer de los «medios humanos y materiales necesarios para cubrir estos servicios que se tratan de satisfacer con el presente contrato, por lo que resulta procedente recurrir a empresas externas que dispongan de la infraestructura necesaria para el desarrollo de esta actividad».