Dimas Gimeno quiere dar un vuelco al sistema arcaico de El Corte Inglés
La mano derecha y sobrino del presidente estudia implantar cambios para dejar atrás un modelo de venta de hace 30 años
El Corte Inglés empieza a dar sus primeros pasos para dejar atrás un sistema de ventas implantado hace 30 años. Cambios impulsados por Dimas Gimeno, sobrino y mano derecha del presidente, Isidoro Álvarez. A sus 39 años ha escalado hasta la dirección general del grupo con la intención de modernizar la imagen del grupo.
El primer modelo que la nueva dirección estudia modificar es el de las comisiones que cobran los 70.000 empleados que tiene El Corte Inglés. Hasta ahora, perciben un suplemento en función de las ventas individuales. Pero desde hace dos meses, la dirección ha expresado su intención de introducir cambios, tal y como reconocen fuentes de Fetico, Fasga y CCOO.
Condiciones de ventas
La idea central es que en divisiones como juventud, chica y señora, los trabajadores percibirán comisiones colectivas a partir de una venta mínima. Un método que se extendería a otros departamentos, aunque en ellos se mantendría la individual, según CCOO. Fuentes de la compañía sostienen que las modificaciones buscan “mejorar las condiciones y retribuciones de ventas”, pero son los sindicatos los que perfilan un poco mejor las posibilidades que hay sobre la mesa.
El vicesecretario general de Fetico, Antonio Pérez, sostiene que si se implanta una venta mínima para cobrar los complementos, “los trabajadores lo superarán sobradamente. Será alcanzable”. A partir de aquí, los trabajadores percibirán comisiones progresivas.
Variables a tener en cuenta
“El objetivo es incentivar las ventas”, sostiene Pérez. Y añade que la comisión de intercentros se reunirá para estudiar un sistema actual y no como el de hace 30 años. Pero ¿a partir de qué cifra el trabajador empezará a cobrarlas? El vicesecretario de Fetico asegura que se tendrían en cuenta múltiples variables.
En primer lugar, el departamento. No es lo mismo vender zapatos de caballero que joyas de alta gama. De hecho, las comisiones actuales también varían según la sección. Pero no será el único aspecto que se tendría en cuenta. La barrera mínima se fijaría según la ubicación del centro comercial y, por consiguiente, de la afluencia de público. Es decir, no se le exigirá la misma cifra a un trabajador de El Ejido que a uno de El Corte Inglés de la Castellana.
Intenciones sobre la mesa
También se pediría un mínimo superior en meses de mucha venta, como diciembre, y se aflojaría la exigencia en los más difíciles, como enero. Pero por el momento, tan sólo es un esbozo y una declaración de intenciones
El secretario estatal de acción sindical de Fasga (el otro gran sindicato del grupo), José Luis Estévez, también sostiene que los cambios vienen de la mano de la nueva dirección pilotada por Gimeno. “Hasta hace poco era impensable que se estableciera un sistema de ventas colectivas”.