Digi descubre sus cartas ante la fusión Orange-MásMóvil: la clave es la red móvil

El proceso de la gran fusión del sector de las telecomunicaciones en España escribe sus últimas líneas, y va quedando claro lo que busca cada actor protagonista

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Digi se ha convertido en el actor secundario más relevante de la operación de fusión entre Orange y MásMóvil. En segundo plano han quedado Avatel, Finetwork y Adamo, que también han intentado tener su protagonismo. En estos momentos finales todo gira en torno al segmento móvil y la frecuencia de espectro radioeléctrico.

En breve se conocerá la resolución final de la negociación a dos bandas entre la Comisión Europea con MásMóvil y Orange España, sobre qué condiciones se pondrán para validar la fusión; y, en paralelo, la negociación de los dos operadores con otra compañía para, a su vez, adelantar el trabajo a Bruselas y presentar diferentes opciones.

Finalmente, todo encajará y se dará un veredicto. En esta última fase negociadora, que lleva un retraso considerable, el segmento móvil se ha convertido en la principal clave para Digi, la compañía que gana enteros para quedarse con esos activos que deberán aportar al mercado Orange y MásMóvil para obtener el ‘ok’ a la fusión.

En el transcurso de las idas y venidas negociadas, uno de los primeros apartados relevantes en la discusión fueron las redes fijas. Pero esa manzana envenenada no ha convencido a ninguno de los ‘outsiders’ que querían hacerse con los activos. Luego entraron en escena los potenciales acuerdos mayoristas para el alquiler y uso de redes, que sí parece esencial para Bruselas; y por último, la pieza angular será el segmento móvil.

Según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, Digi está valorando todas las opciones posibles que tiene para garantizarse la mejor posición en la negociación a la hora de acceder a los activos móviles.

Digi quiere su ‘propio móvil’

El operador de origen rumano no tendría ningún problema en quedarse con los equipamientos físicos de los que se desprendan Orange o MásMóvil. Esta opción se podría negociar.

El siguiente escollo a salvar serían las posiciones geográficas. Orange y MásMóvil podrán ofrecer a Digi los ‘sites’ en ciertas zonas, y esto podría no agradar al operador azulón. Pero, en principio, es algo que se está negociando para que todo puede resolverse.

Lo que supone el gran obstáculo, si finalmente Bruselas opta por la vía de los activos móviles, serían los contratos de arrendamiento de torres que ya se tienen firmados -la mayoría de ellos con Cellnex-.

Digi asume una fuerza negociadora en esta situación. La Comisión Europea necesita de un cuarto operador fuerte. Según ha trascendido desde hace semanas esa opción parece ser el operador de origen rumano. Con las cartas marcadas, Orange y MásMóvil negocian con cierta presión.

Todo podría complicarse si Digi asume que los costes de esos ‘remedies’, en este caso el alquiler de las torres, que pasarían a su balance, es más caro que si lo hiciesen con otras opciones de mercado yendo por libre. Eso supondría un contratiempo en la negociación.

La resolución final, que se espera en los próximos días, se espera que deje ‘luz verde’ para que Orange y MásMóvil puedan ejecutar su fusión. Acto seguido Digi dará un salto de negocio al convertirse en el cuarto operador, y con el terreno abonado para dar un ‘sorpasso’ a Vodafone España que se encuentra inmersa en un proceso de venta.

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Raúl Masa

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