Detenido un trabajador de El Corte Inglés por robar 200.000 euros en móviles
Además del empleado de El Corte Inglés, ha sido detenido un colaborador directo que se encargaba de vender los dispositivos
El servicio de megafonía de los centros en España de El Corte Inglés fue intervenido el sábado.
Un trabajador de El Corte Inglés ha sido detenido después de descubrirse había robado más de 200.000 euros en teléfonos móviles que se encontraban en los almacenes de la compañía, ubicados en el municipio madrileño de Valdemoro. En la operación, también han investigado el modus operandi de este empleado.
A pesar de que los almacenes del hipermercado español tiene máxima seguridad, a lo largo de los años se han detectado pequeños problemas con empleados que han aprovechado su puesto de trabajo para usurpar productos y participar en una cadena de compra y venta. Por supuesto, es un delito penado, más cuando se trata de una cantidad tan alta.
La Guardia Civil ha detenido a dos hombres, el trabajador y un colaborador, que se encargaba de revender los dispositivos en dos tiendas de Madrid, ubicadas en los distritos de Usera y Chamberí. Primero era el empleado quien extraía los móviles y se los entregaba a su compañero, que se encargaba de venderlos, provocando grandes ganancias.
La investigación comenzó en enero de 2023, cuando el equipo de seguridad del almacén de El Corte Inglés detectó cajas vacías de teléfonos móviles en los laterales de un remolque. Tras revisar las cámaras de vigilancia y reforzar los controles internos, se descubrió que un empleado ocultaba dispositivos bajo el mostrador antes de sacarlos del recinto.
El Corte Inglés denuncia por delitos de hurto
Con toda la información, El Corte Inglés acudió a la Guardia Civil, que centró su investigación en rastrear el destino de los móviles robados, revelando que el trabajador no actuaba solo, sino que contaba con un cómplice que los vendía como si fueran de su propiedad en tiendas de segunda mano y otras plataformas.
En los comercios de compra-venta donde se vendían, los propietarios desconocían su procedencia, ya que el vendedor explicaba que eran dispositivos suyos y de sus familiares. Para no levantar sospechas, iba a diversos puntos de toda la ciudad de Madrid, especialmente en los distritos de Chamberí y Usera, donde son comunes este tipo de negocios.
A pesar del desmantelamiento de esta red, la Guardia Civil no ha intervenido los móviles a sus compradores finales, ya que los establecimientos los adquirieron sin saber que procedían de un robo. Muchos de estos dispositivos ya se encuentran en las manos de compradores, quienes pagaron sin conocer su procedencia.
Las autoridades, finalmente, han imputado a ambos detenidos un total de 173 delitos, entre ellos cuatro de hurto, 78 por receptación y 91 por estafa, al haber vendido los dispositivos firmando contratos fraudulentos que certificaban una supuesta procedencia legal, cuando habían sido sustraídos del almacén de El Corte Inglés.